El segundo partido de Beccacece era de gran complicación, ya que debía enfrentar al “capo de provincia” que venía de golear por 4 goles al colista Unión La Calera. La llegada del mundialista Gonzalo Jara fue noticia toda la semana, los motivos de su llegada, el sueldo y su estado físico hicieron crema y nata en los programas de Radio en nuestro país, mi opinión: Si queremos levantar el torneo, debemos traer jugadores de gran nivel, no refuerzo de la tercera división del fútbol argentino como Iquique.
El coloso de Ñuñoa se veía llego, un marco de gente raro en nuestro torneo donde las barras bravas han erradicado a las familias de los estadios. Recordemos cuando en Colo-Colo re-debutaron: Paredes, Valdez, Suazo y Beausejour; un Monumental lleno, una fiesta de colores y alegría. Cada jugador que retorna a nuestro país debe hacerlo en un buen momento físico y futbolístico, no debemos convertir a nuestro torneo no es una clínica de rehabilitación para futbolistas lesionados o que quieran recuperar su nivel a costa de nuestro bolsillo, ilusiones o deseo de ver buen fútbol.
Ahora, el partido. Una Universidad de Chile que empezó tambaleando y un O’Higgins con presión alta. En el minuto 7´con gol del “gato” Lazcano, el equipo de Rancagua anotó el 0-1; transformándose en una visita no grata. Nada hacía prever que como la lluvia del sábado el gol de O’Higgins, sería sólo una ilusión. La Universidad de Chile apretó los dientes y puso dura la mandíbula. Salió de las cuerdas lanzando golpes, con la suerte que uno de ellos le corto la ceja al equipo rancagüino. El empate fue decretado por “Chiche” Corujo al minuto 20, más tarde, el 39´; Sebastián Ubilla estructuraba el 2-1 para el equipo laico. Fin del primer tiempo, un equipo en alza y otro en baja.
Al parecer la charla técnica influyó de manera distinta en ambas escuadras, en un camarín sirvieron un café negro concentrado y en otro un agüita de melissa. Transcurría el minuto 47´y luego, el 52´cuando una figura que no veíamos hace tiempo se dio maña para anotar dos goles y dejar 4-1 a favor de los Universitarios. Un partido terminado, una excelente demostración de fútbol y un K.O. El problema para O’Higgins fue que los de Ñuñoa llevaban casi un año teniendo sequía goleadora y jugando muy mal y este domingo se desquitarían con ellos. En lo que siguió fue todo color azul, 79′ P. Rubio y 80′ G. Canales, aumentaron el marcador a un goloso 6-1.Y, por último, en el minuto 88´Yerko Leiva y posteriormente en el 90`G.Lorenzetti marcó su tripleta y se llevó la pelota para su casa. Los celestes se llevaron un 8-1 al monasterio para meditar de cómo se puede dar tantas licencias defensivas y en el medio campo.
Santiago ha sufrido por el smog y el incendio en el vertedero de “Santa Marta”, pero la tarde el domingo pudimos ver el cielo más AZUL que nunca. La diferencia entre Universidad de Chile y Universidad Católica es el equilibrio. Entre Colo-Colo y Universidad de Chile radica en que sus jugadores quieren estar en la institución. Ahora, hay personas que leen las columnas y preguntan ¿Por qué escriben sólo de tres equipos de Santiago? Es simple, los de provincia vienen a Santiago y se comen 8 goles.
Mauricio González Seguel. @gmauricio554