El propio delantero uruguayo desmintió que valga 10 millones de dólares, cláusula de salida que está exigiendo Banfield para dejarlo partir a la precordillera.
Santiago Silva se ha transformado en la gran obsesión del técnico Mario Salas para reforzar a la Universidad Católica de cara al 2017. Y si bien el delantero uruguayo tiene todo acordado para integrarse al plantel cruzado, desde argentina están poniendo serias trabas.
Es que en Banfield, club dueño del pase del futbolista, no quieren dejar partir al charrúa sin que los franjeados paguen la millonaria cláusula de 10 millones de dólares, considerando el mal momento económico que atraviesa el elenco.
Esta situación tiene molesto al propio jugador, quien manifestó abiertamente sus deseos de llegar a la precordillera.
“No es acertado decir que valgo 10 millones de dólares. Es un capricho que no me dejen ir”, sostuvo el atacante en conversación con TyC Sports.
Asimismo, el artillero añadió que “decir esto no es acertado. Estamos atrasados (en los sueldos), la idea es solucionar el tema grupal y después ver el tema para salir”.