Este fin de semana por la octava fecha del campeonato de Clausura se enfrentaron O´Higgins y Universidad Católica volviendo a reeditar la final del torneo pasado. Y nuevamente el actual campeón del fútbol chileno impuso sus términos llevándose una importante victoria.
La final perdida el año pasado ante O´Higgins por 1 a 0, gol de Pablo Hernández, significó un tremendo dolor para U. Católica, una tristeza enorme para sus jugadores e hinchas. Un resultado que no sólo los privó de la posibilidad de levantar la copa, sino además golpeó fuertemente al plantel que no pudo levantarse y quedó eliminado en la liguilla para la Copa Libertadores en manos de Deportes Iquique.
Una derrota que sumada a lo ocurrido en torneo de Transición 2013 y en la Copa Chile de ese mismo año trajo a colación el estigma con que ha cargado el cuadro cruzado desde hace un tiempo, el adjetivo de segundones. Una situación que llevó a la renuncia del técnico Martin Lazarte y quien posterior a su salida de la banca estudiantil se refirió al adjetivo de segundones calificándolo como un karma que ha tenido que llevar el elenco de la franja por muchos años.
El partido del sábado pasado aparecía como la gran oportunidad de revancha para los cruzados, recordemos que el Capo de Provincia también los derrotó en la fase regular del campeonato en San Carlos de Apoquindo, cuando la herida aún duele en los pastos precordilleranos. Sin embargo, por tercera ocasión seguida los dirigidos de Eduardo Berizzo se quedaron con la victoria 2 a 0, anotaciones de Pablo Calandria y Yerson Opazo, ratificando su gran momento como institución y desnudando todas las falencias del elenco de Rodrigo Astudillo.
U. Católica se mostró incapaz de doblegar el oficio y mecanización que ha adquirido el cuadro de Rancagua y también, de doblegar sus propios fantasmas y este karma al cual hizo alusión el ex técnico uruguayo. Los cruzados volvieron a caer en la falta de ideas y reacción luego de verse abajo en el marcador y en la desesperación ejemplificada en la tonta expulsión de Milovan Mirosevic por aplaudir al árbitro.
La herida duele más que nunca en el cuadro de la franja y cuando parecía la oportunidad perfecta para cicatrizar esa herida y comenzar a superar en parte el dolor de la final perdida esta se volvió a abrir. O’Higgins se encargó de encestar un nuevo golpe a su rival y de paso demostrar que siguen siendo un equipo sólido y al parecer junto a Colo Colo son los más serios candidatos al título.
Manuel Quinteros Guerrero.