El Rey Arturo es una figura de la mitología europea que encarna la inteligencia, el honor y la honestidad. Posee una espada de nombre Excalibur que simboliza la autoridad. El reino de Arturo es Camelot, un lugar donde se respira justicia y paz. En definitiva, el mito artúrico busca a través del relato mostrar el camino de la rectitud que todo ser humano debe seguir, y este relato forma parte importante de la tradición cultural europea. Para nosotros, en Chile, el Rey Arturo es un volante de la “Roja” de todos. El club de Arturo Vidal cuenta con 12 millones de hinchas, tiene 30 títulos de campeonato, 9 Copas Nacionales, 2 Ligas de Campeones de la UEFA (Champions Legue) y 3 Europa Legue. El club del Arturo Vidal es el equipo más grande de la península itálica y ostenta notoriedad a nivel de clubes en el mundo.
El 23 de la Juventus destaca por su potencia física, habilidad con el balón, tiro de distancia y por su mentalidad. Vidal es el encargado de los penales en la “Vieja Señora”, desplazando a históricos de la selección italiana como Andrea Pirlo y en la selección chilena es barómetro para medir el nivel de nuestra selección – si Vidal anda mal, la selección anda mal- también tiene una marcada inclinación por la responsabilidad social, y es así que creó la fundación “Deportistas por un Sueño” fundación que apadrina a niños con enfermedades crónicas y terminales ¿Es la Juventus un club idóneo para el Rey Arturo? O ¿Debería el Rey Arturo buscar un nuevo Camelot? En mi opinión, Vidal debería emigrar de su actual club y buscar nuevos horizontes, me parece que los “Blanquinegros” no son moralmente y éticamente representantes de lo que es el mito artúrico y tampoco de lo que es el volante de nuestra selección. Y finalmente, me parece que la Serie A es una liga que ha perdido importancia y calidad a nivel futbolístico.
En materia moral, entiendo la moral como “la necesidad de hacer el bien así surgida no puede suscitarse ni paliarse por la conciencia de que los demás lo hagan por mí, o de que ya he cumplido con mi parte al seguir al pie de la letra lo que los demás hacían” El equipo de Turín no se inquieto de hacer jugar a un lesionado Vidal por semifinales de la Europa Legue contra el Benfica. El club no se preocupó por la salud del chileno y para obtener un resultado favorable arriesgo la salud y futuro del jugador. La Juventus, no fue capaz de salir de su necesidad inmediata y preocuparse por el bienestar del volante. En materia ética, basta con hacer un poco de historia. El año 2005, se hizo público un video que involucraba al defensa de la Juventus Fabio Cannavaro inyectándose una sustancia prohibida, esto en el marco de final de la Copa UEFA del año 1999. También podemos mencionar el escándalo denominado “Calciopoli”, escándalo que involucró a la Juventus en arreglos arbitrales (2005-2006) para favorecer a determinados equipos: Juventus, AC Milan, Reggina, Lazio y Fiorentina en partidos claves. Por este fraude el actual cuadro de Vidal fue condenado con la pérdida de 2 Scudettos (2004-2005 y 2005-2006), descendió a la Serie B con 30 puntos de penalización y recibió una multa de 120.000 euros. Aquí podemos comprender la diferencia entre la moral y la ética, en pocas palabras: La moral no tiene sanción material, en cambio la ética sí. En definitiva, la moral funciona en un campo personal y subjetivo, mientras la ética funciona a nivel “universal” y “objetiva”.
Finalmente mi apreciación deportiva del club de Arturo Vidal está basada en los pobres desempeños que ha tenido en Champions Legue, donde no ha logrado superar la fase de grupos y por otro lado la calidad del campeonato italiano. Sinceramente el futbol italiano nunca ha sido muy atractivo, falta de goles, equipos ultra defensivos y la negra sombra del arreglo de partidos, pero esto también se ha visto reforzado por el desempeño de la selección italiana en los últimos 2 mundiales. En relación al torneo de clubes en la Serie A la Juventus corre sola, ningún equipo es capaz de hacerle el peso los “blanquinegros”, lo que genera nula expectativa y poca competitividad. En comparación el fútbol inglés es mucho más atractivo, más dinámica, muchos goles y todos los equipos son competitivos. La selección inglesa también ha defraudado en los mundiales, pero esto no se traduce en su campeonato local (Premier League).
En síntesis, el Rey Arturo -dorsal 23 de la Juventus-, debería buscar un nuevo Camelot. Un jugador como Arturo Vidal que lleva 30 goles en 98 partidos y 90% de efectividad en los tiros penales, merece jugar en una liga más competitiva. El chileno merece jugar en un equipo sin la mancha ética del fraude y merece jugar en un equipo que lo valore como persona y jugador más allá de los intereses inmediatos de campeonatos o Copas. Quizás en la “ventana invernal”, que arranca en enero, el Rey Arturo pueda ir a tierras Británicas y recalar por ejemplo en Manchester, específicamente en los “Diablos Rojos” que adiestra el holandés Louis Van Gaal. Vidal no será la solución total para los problemas del Manchester United, pero sí ayudará con su mentalidad de Guerrero.