El árbitro nacional recorrió su carrera, y si bien asumió que ha vivido más de una polémica, aseguras que estás se deben a que está “donde las papas queman y que toma decisiones no muy populares”
Quince años han transcurrido desde que Enrique Osses dirigió su primer partido en la Primera División, tiempo en que el colegiado ha ido acumulando logros, como dirigir en el Mundial de Brasil, finales de Copa libertadores, Mundial de Clubes y la distinción de Mejor Arbitro del continente de 2012.
Pero el pito nacional también suma polémicas y críticas, donde la más recordada es el error que cometió en la final entre Universidad de Chile y O’Higgins, una falla que le quitó el título a los rancagüinos, un cartel que el colegiado reconoce arrstrar.
“Creo que me van a recordar como un árbitro conflictivo, un árbitro polémico, un árbitro que suspendió un montón de partidos y que se equivocó en otros tantos, pero me gustaría que me recordaran como un tipo que entró a la cancha a hacer su trabajo lo mejor posible”, aseguró Osses en entrevista al Diario La Tercera.
En la oportunidad, el juez reconoció que las polémicas que lo han acompañado se deben a que “el arbitraje vende en la medida en que existen polémicas. Uno es un árbitro polémico cuando está donde las papas queman y toma decisiones que de repente no son muy populares”, comentó.
Además recordó que el golpe que le dio el entonces arquero de Unión Española, Ignacio González en 2005, lo hizo dudar de seguir en la actividad.
“Fue muy duro, porque uno como árbitro se va preparando para situaciones futbolísticas que pueden pasar, pero en el caso de una agresión, tú nunca estás preparado para eso. Estuve mal durante un tiempo, cuestionándome si realmente valía la pena seguir en esto”, rememoró.
NO A LA EXCLUSIVIDAD Y LAS SANCIONES
Enrique Osses se transformó hace un tiempo en el primer árbitro con dedicación exclusiva, lo cierto es que el colegiado asume que no es lo ideal sólo vivir del referato, ya sea por lo corto de la carrera, como por lo volátil de la misma.
“Un árbitro nunca debiese vivir 100% del arbitraje, porque el arbitraje dura hasta los 45 años, y si tienes una mala tarde, te pueden hasta bajar de categoría. Yo creo que ningún árbitro es solamente árbitro”, asegura Osses quien hoy se desempaña en una empresa eléctrica.
Al ser consultado por las críticas y castigos públicos que hoy reciben los árbitros, el pito FIFA reconoce que “a nadie le gusta que le digan que hizo un mal trabajo públicamente, que lo sancionen, pero la sociedad hoy en día reclama mayor transparencia, y hay que asumirlo y adaptarse a las reglas”.
Respecto a su mejor momento en el referato, Osses no duda: “La final de la Copa Libertadores de 2012, entre Boca Juniors y Corinthians, en la Bombonera. Un clásico sudamericano que fue una fiesta del fútbol. Ese me queda en la retina como un partido que yo le voy a mostrar a mis nietos diciéndoles ‘mira, tu abuelo dirigió este partido. Revísenlo. Fíjense quién era el árbitro’”, cerró.