El rostro de Martín Lasarte, luego de la derrota de Universidad de Chile ante Audax Italiano, reflejaba amargura, frustración y dolor. La preocupación por no encontrar respuesta a la mala campaña pasó a ser un tema secundario en la cabeza de Machete, quien comienza a apagarse frente a un equipo que no levanta cabeza.
Lo vivido el lunes, seguramente, será una de esas experiencias que querrá sacar rápidamente de su mente. La caída ante los itálicos caló hondo en el uruguayo, quien suspendió misteriosamente la conferencia de prensa que, comúnmente, se realiza después de cada encuentro. Estuvo cerca de 60 minutos en el camarín, donde recibió la visita de Carlos Heller, presidente de Azul Azul. “El camarín estaba destruido después de la derrota y Lasarte no fue la excepción. Nadie habló mucho”, dicen desde el plantel.
Machete, al momento de retirarse del Estadio Nacional, lo hizo escoltado por guardias y su cuerpo técnico, Rodolfo Neme y Marcelo Tulbovitz. “¡Don Martín!”, le gritó este periodista. El DT no miró. No había ánimo para nada.
El plantel siguió la misma línea del técnico. Sólo Johnny Herrera (confirmándose como nuevo portavoz) y Leandro Benegas analizaron la crisis de la U y respaldaron la labor de Machete. “Nunca ha estado cuestionado (Martín Lasarte). Confiamos plenamente en el cuerpo técnico y estamos de su lado”, señaló el portero.
La mala campaña de Universidad de Chile comienza a agotar la paciencia en Azul Azul. La concesionaria no encuentra respuesta al bajón de un equipo que ya se despidió de la lucha por el bicampeonato y, además, está obligado a vencer a The Strongest para no quedar eliminado en la Copa.
“No puede seguir”
Ante tal escenario, la dirigencia tira líneas para el segundo semestre. En ese plan, Martín Lasarte, quien finaliza su vínculo contractual con la U en mayo, no está considerado. “Lasarte tiene todo nuestro apoyo. Es un caballero y tiene un gran manejo de equipo, pero es imposible pensar en una renovación con los números de esta campaña. Nosotros no lo echaremos, pero no puede seguir”, dice un integrante de la mesa directiva. Dos dirigentes más confirmaron que no se renovará al DT de ninguna de las maneras. Decisión tomada.
La revolución que viene, sin embargo, no sólo afectará a la cabina técnica. Los estudiantiles no renovarán el préstamo de Cristián Cuevas, quien deberá retornar al Chelsea. Y tampoco harán uso de la opción de compra de Maxi Rodríguez, quien no ha rendido como se esperaba. Gremio pide US$ 4 millones por su carta.
Gustavo Lorenzetti también vive sus últimos días en Universidad de Chile. El duende termina su vínculo contractual apenas finalice el torneo y, dentro de sus planes, no está seguir ligado a la U. “Nosotros estamos apostando a vender. Hace dos años pudo ir a Cruzeiro y no se concretó. La idea del jugador es asegurar el futuro de su familia”, señaló hace un par de semanas Washington Castro, representante del argentino. El rosarino quiere partir a Emiratos Árabes.
Ramón Fernández, con una oferta del Medio Oriente desde comienzo de temporada, y que declinó por jugar la Copa Libertadores, tiene igualmente un pie fuera.
Corujo y Cristián Suárez finalizan su préstamo en mayo y para asegurar su continuidad los azules deberán cancelar US$ 1 millón por cada carta. “La U no se ha comunicado con nosotros, pero no nos preocupa. Nos gustaría que Suárez vuelva a Cobreloa o, bien, poder venderlo al extranjero”, señala Sebastián Vivaldi, el presidente de la comisión fútbol loína. Daniel Prieto, de Cerro Porteño, asegura que “nadie” se ha comunicado con ellos.
La U tiene la crisis encima, en el primer semestre, pero ya ha empezado a trabajar en el segundo. Un desafío para recuperar el fútbol que, hace apenas 90 días, lo llevó a quedarse con el Clausura.
Fuente: Copesa