Lo del partido Chile-Uruguay sobrepasó el rectángulo verde. El primer cuarto de final trascendió los 90 minutos por una razón muy sencilla, fue una guerra y las guerras son complejas. Antes de ir a lo medular, diré que lo de Gonzalo Jara hay que verlo en su justa medida. El equipo uruguayo y la prensa sensacionalista charrúa no lo han hecho. Teniendo un “prontuario” enorme de agresiones deportivas y extra deportivas, pierden toda objetividad cuando son ellos los afectados. Reacción visceral que no es para escandalizarse como lo han hecho muchos durante estas horas, entendiendo que los celestes aún tienen las emociones a flor de piel. Seguramente pronto Edinson Cavani, tal como lo hizo Giorgo Chiellini con Luis Suárez, dirá que fue un tropiezo futbolístico y que no guarda rencor. Lo absurdo viene por parte de medios de comunicación de otros países de América. Como ejemplo, la cadena Fox Sport argentina, a través de su programa de tv 90 Minutos de Fútbol, expresaba -con actitud horrorizada- que la acción de Jara era perversa y una falta mayor a la cometida por Arturo Vidal cuando choca. Demostrando una moral trastocada y una visión muy reducida de la controversia. Preocupante es que estos comunicadores tengan una caja de resonancia tan poderosa. Por eso me quedó, en términos simbólicos, con el abrazo que le extiende Diego Godín a Jorge Sampaoli al término del partido. En mi opinión Jara comete un error merecedor de sanción deportiva y de reproche social. De la misma manera que ameritaría castigar un mordisco, una plancha (de esas criminales) sin pelota, tocación de genitales, escupitajos, y de oficio a muchos de los jugadores uruguayos que se lanzaron indiscriminadamente en contra de los árbitros. El problema es que la poca tecnología implementada en el fútbol no permite mayor rigurosidad en los cobros y más importante todavía, en la historia del fútbol nunca se han respetado las normas. Desde desconocer los agarrones en el área hasta los “arreglines” históricos conocidos por todos. Si equipos han ganado mundiales o Copas Libertadores producto de “manos negras” no nos vengamos a escandalizar por un dedo. Me encantaría que reformaran la fraudulenta y podrida organización del fútbol internacional … mientras tanto, ley pareja no es dura. Oscar Tabárez (DT uruguayo), cuando Suárez mordió al defensa italiano decía, en lo que ahora es una ambivalencia de su parte, “Esto es fútbol, no moralidad barata”. ¡No nos hagamos los machos un día y al otro mosquitas muertas!
Lo interesante es que el grueso de los ciudadanos tiene una inteligencia superior a la de la prensa. Un uruguayo, argentino, ecuatoriano, venezolano o chileno medio comprende la mediocridad de los medios de comunicación masivos y tiene una mirada crítica frente a los nacionalismos exacerbados o amarillismos periodísticos. Sabe que a pesar de que el fútbol genera muchas cosas es solo un deporte. Un deporte que vio a Chile derrotar de forma categórica a Uruguay. El juego dinámico y versátil de Chile se convirtió en costumbre hace rato, por eso lo que quiero destacar hoy es la madurez mental que exhibió La Roja el miércoles. En uno o el partido que te presenta mayor fricción física y emocional en el mundo, la selección chilena supo imponer el toque de balón y en especial, procedió con prudencia y sensatez. Chile pudo procesar de buena manera la información con la que contaban: Uruguay intentaría llevar el partido a los penales y optaría por un juego de roce. Entonces puso en práctica la paciencia y la abstracción mental como pocas veces. No cayendo en las provocaciones rivales y moviendo el balón sin apuros. El jugador chileno tiene “buen pie” por naturaleza, pero como tantas veces se ha dicho, carece de “buena cabeza” (si bebiera alcohol se emborracharía de inmediato). Por eso desde hace años, específicamente con la llegada de Marcelo Bielsa, se ha trabajado incesantemente en fortalecer el temple, el temperamento, la concentración, la tolerancia, etc, del futbolista chileno. Creo que ayer ocurrió un punto de inflexión en el fútbol nacional y Chile se graduó en esta materia, en la asignatura equilibrio mental. Doblegando al oponente que le presentaba el más difícil de los exámenes en este apartado.
Además de la Selección de Chile ganó también el buen juego. Si los equipos empezaran a jugar como lo hizo Uruguay en cuartos de final, el fútbol se acabaría por aburrido y conservador, y quien diga lo contrario apostaría que está siendo hipócrita. Diversidad de estilos si, ignorar el ataque, golpear sistemáticamente y no salir del área propia, no. El fútbol es más que un resultado, es divertimento y deportividad. Así y todo, la Copa América recién comienza y en competencia quedan selecciones superiores en el camino de la selección.