A poco más de dos meses de su presentación en Colo Colo, José Luis Sierra encuentra sus primeros problemas. Todo parte cuando en una decisión arriesgada, relega a la banca a Justo Villar, para colocar a Paulo Garcés como titular. ¿Cuál es el problema? podría preguntar un niño que ve el fútbol con ojos inocentes? La respuesta es que en el fútbol los jugadores veteranos tienen mucho peso e influencias. Entonces lo que podría haber sido una decisión técnica subjetiva en la que “El Coto” sencillamente elegía entre dos arqueros de nivel muy parejo, terminó siendo un sacrilegio. Sierra está pagando el piso de empresa millonaria. Como es recalcado incansablemente, en los equipos grandes existe una dinámica distinta, una presión más alta que en el resto de los equipos. Una exigencia que el ex número 10 vivió como jugador, pero no como dt. El noviciado puede llegar a tener un elevado precio si el técnico no tiene un periodo de adaptación corto.
“Se planteó un lineamiento indicando que tiene que mantenerse el respeto por las decisiones del técnico, pero Sierra también debe mejorar la forma en que se las comunica a los llamados referentes, es bueno que el técnico les informe con antelación si van a jugar o no” decía una fuente de B y N en la semana, en el primer tirón de oreja para el ex mediocampista. Lamentablemente en el fútbol existen malos hábitos enquistados de la época en que este deporte no era suficientemente profesional. Costumbres en donde los líderes del camarín manifiestan sus sensaciones de maneras incorrectas, en lo que constituye una ruptura de la jerarquía de un club. En casos extremos, estas conductas matonescas culminan en un boicot o motín, llamado coloquialmente “hacer la cama”. A los jugadores de mayor recorrido no les gusta que les desordenen el rancho y además, son tiburones para olfatear la sangre de un tipo confundido o simplemente que no tiene ganado el respeto, por falta de carácter o experiencia. Por las palabras de los experimentados del cacique, es claro que a Sierra lo tienen en la sala de exámenes todavía, a la espera de resultados.
Como no es Mourinho, “El Coto” (aunque haya jugado en Colo Colo) tendrá que tomar una decisión: seguir con su estilo pragmático, distante y de pocas palabras o empezar a conversar sus decisiones con los referentes, tener un trato más amistoso y ser más flexible en sus ideas. Justo Villar ya expresó su descontento públicamente (en impresentables declaraciones) y ahora Esteban Paredes también aclara (probablemente en solidaridad con Villar) que “(Sierra) no habla mucho con el plantel”. Como el delantero albo, otros han deslizado la misma criticada, agregando un disgusto por no habérsele dado vacaciones a Jean Beausejour. Y eso que a Sierra aún le falta dejar en los suplentes a Humberto Suazo, en una determinación lógica. Con los líderes del camarín y directorio de B & N encima, al “Coto” no le va a quedar más remedio que adaptarse a la “realidad”. El Gobierno quiso acelerar las reformas, el comandante de la UC dice tener un estilo propio que no responde a presiones y Sierra ha llegado a Colo Colo con una actitud impertérrita y circunspecta, cuestión que no le está jugando a favor, ni en el camarín, ni con la dirigencia, ni con la prensa. Sin embargo (y con mi pesar) querer ser alguien auténtico con ideas refundacionales es una utopía dentro de un sistema reaccionario que lo regula todo.
En la actualidad, guste o no, el fútbol es más que un deporte, es una industria del entretenimiento en donde la personalidad es casi tan relevante que la calidad técnica. Eso fue entendido hace tiempo por Guardiola, Mou, Jurgen Klopp, M.A Figueroa y otros. Si es que no posees el carisma, como Pellegrini o Van Gaal, es imprescindible al menos contar con un manejo de camarín impecable. Finalmente, los DTs están al servicio del show, en manos del periodismo deportivo y a expensas de un plantel-pandilla en el cual debes ganarte el respeto. Marcelo Barticciotto tenía un perfil parecido al del “Coto” y ya sabemos cómo finalizó su estadía en el banco colocolino. Si no cambia, a J.L Sierra ni siquiera los resultados lo salvaran.