Directivos del conjunto azul se habrían resignado a la alternativa de levantar un coloso en La Pintana y verían con buenos ojos la opción de un arriendo a largo plazo del Estadio Nacional.
Hace algunos días, el alcalde de la comunal del sector sur de Santiago, Jaime Pavez, acusó a la “U” de no manifestar mayor interés por concretar el proyecto, palabras que sorprendieron al interior de Azul Azul. Tanto así que argumentaron que lo del edil es una declaración para detener la idea del estadio que pensaban erigir en el paradero 41 de Santa Rosa, frente a la población El Castillo.
“Los estudios viales y de impacto ambiental están saliendo más complicados de lo que pensábamos. Pero hay otro tema: los días sábado se junta un grupo de gente a manifestarse en contra del estadio y cortan los caminos. Así, es difícil pensar en iniciar las obras”, reconoció un dirigente laico al alcalde a Emol.
En los laicos comentaron que en “el último mes se nos empezó a caer La Pintana por estos incidentes, sumados a la violencia en los partidos de la Copa Chile, la demora y el costo de los estudios, que son varios millones de dólares, y la posibilidad de una consulta a la comunidad que sea negativa para nosotros. No hemos abandonado La Pintana, pero estamos parados”.
Ante las dificultades, el Estadio Nacional sigue siendo el lugar en el que los universitarios se sienten acogidos. En ese sentido, la “U” buscaría un arriendo a largo plazo del reducto de Ñuñoa.
“Por ahora tenemos un contrato de dos años para jugar una vez a la semana en el Nacional, pero se usa cada 15 días, y en el intertanto se puede utilizar en otras cosas. Sería una buena idea tener un contrato por 10 años para jugar de locales en Ñuñoa, pues nos sale la mitad del costo que en el Santa Laura”, afirman en la entidad laica.
Y es que el elenco azul ya canceló más de $107 millones en el Nacional sólo por concepto de arriendo del coliseo ñuñoíno en 14 partidos en 2015 y pretenden llegar a un acuerdo que sea más beneficioso.
De esta manera, los hinchas de la “U” comienzan a decirle adiós al sueño de la casa propia y deberán conformarse con seguir haciendo de local en el Estadio Nacional.