Pese a ver suspendido su compromiso ante Santiago Wanderers en Valparaíso, por la última fecha, Colo Colo se consagró campeón del Torneo de Apertura, conquistando así su estrella número 31 por campeonatos nacionales.
El cuadro dirigido por José Luis Sierra, que debió sortear muchas dificultades a lo largo de este semestre (lesiones, varios expulsados y la partida de Humberto Suazo, además de temas extrafutbolísticos, como el vivido por Esteban Paredes), terminó celebrando una nueva corona sin necesidad de jugar.
Campeón empañado. Sin poder jugar, con partido suspendido, sin una vuelta olímpica, ni celebración con sus hinchas. Así de raro fue el nuevo título conquistado por Colo Colo este domingo, convirtiéndose en el nuevo monarca del fútbol chileno, pero con un inesperado y bochornoso final.
Resulta que el cacique aprovechó la derrota de la Universidad Católica en La Florida ante Audax Italiano y a pesar de no jugar su duelo ante Wanderers tras ser suspendido por serios incidentes entre hinchas de ambos equipos, logró titularse como el campeón del torneo de Apertura, alcanzando la estrella número 31 de su historia.
A pesar de que aún deben jugar el encuentro suspendido ante los porteños, la ventaja que posee ya es irremontable para Católica, que finalizó segundo.
La diferencia de un punto con el que llegaron a la última fecha fue suficiente para que los albos alzaran un nuevo trofeo, pese a que aún les queda un lance para cerrar su campaña, partido que todavía es incierto en cuanto a su realización.
De esta particular forma, Colo Colo se vuelve a alzar como el mejor equipo de Chile y a clasificar junto a esto a la próxima Copa Libertadores de América, que se desarrollará el próximo año.