Joseph Blatter, presidente interino de la FIFA, defendió la necesidad de “cambiar las estructuras” de la organización y aseguró que ocupar el despacho presidencial “es una atracción secundaria”, ya que “el futuro” de la misma está en juego” con las próximas decisiones del Comité Ejecutivo y el Congreso.
“La indignación popular de las últimas semanas se dirigió hacia mí personalmente. No tengo problemas con esto, me puedo defender. Sin embargo, haría un llamado a la justicia. No tengo la responsabilidad de los miembros del Comité Ejecutivo. No los elegí yo”, indicó.
En el artículo que publica semanalmente en la revista de la FIFA, Blatter insistió en que tampoco puede asumir la responsabilidad sobre el comportamiento de estos miembros del Ejecutivo y abogó por establecer “controles independientes de integridad”.
“El presidente de la FIFA debe trabajar con personas elegidas por las confederaciones. No podemos cambiar la moral de las personas, pero si podemos tener un mejor control del comportamiento humano. En esto es en lo que invertiré mi energía”, firmó Blatter.
Tras posicionarse en contra de establecer límites de edad para los directivos de la FIFA, Blatter también dijo en su texto que, pese a haber trabajado durante 40 años para esta federación y haber adquirido una gran experiencia, sigue sin comprender algunas de las cosas que ocurren en el mundo del fútbol.
“Cuando introducimos un cambio en las normas del juego todo el mundo se adhiere, pero cuando la misma FIFA se mueve para implementar un código de conducta para toda la organización lo bloquean todas las confederaciones con la excepción de Asia. Hasta hoy la UEFA no tiene Comité Ético y la Asociación Alemana tampoco”, añadió.