Como no acordarse de la voltereta de Víctor “pititore” Cabrera, jugador de los años 80 que pasó por san Luis de Quillota, Colo-Colo, Regional Atacama entro otros clubes.
Sin lugar a dudas lo más importante en el fútbol son los goles. La emoción que provoca una anotación muchas veces es indescriptible y varía según la instancia en la que se esté jugando, incluso la sensación para un jugador que convierte un gol se ha llegado a comparar con un orgasmo, es decir, unos segundos de intensa emoción, una euforia difícil de explicar con palabras, pero hermoso de sentir y vivir cuando es a favor, sin embargo, cuando es en contra se puede convertir en una puñalada directa al corazón.
Para algunos puede parecer muchas veces delirante y puede que tengan razón, pero hay que ver el contexto, hay que estar ahí como hincha o como jugador y usted que es futbolero o futbolera lo puede entender, porque lo ha sufrido y también ha celebrado; en su casa, en un boliche o en el estadio, al mismo tiempo que están festejando los jugadores dentro del campo de juego.
Justamente, son algunas de estas celebraciones de futbolistas las que quiero que recordemos, esas que han quedado guardadas en nuestra memoria y a veces en nuestro corazón, algunas espontáneas y otras preparadas durante la semana, en esta ocasión recordaremos algunas exclusivamente del fútbol chileno y que créame pueden dar para una animada conversación en algún asado o alguna junta familiar o con amigos.
Por ejemplo: se acuerda de la voltereta de Víctor “pititore” Cabrera, jugador en los años 80 que pasó por san Luis de Quillota, Colo-Colo, Regional Atacama entro otros clubes, si no se acuerda lo puede buscar en YouTube, ahí aparece, más adelante la han replicado otros como “el bombero” Ibáñez o Isaac Díaz recientemente. Hay otra que me gustaba que hacía Franz “El Otto” Arancibia, jugador que hizo las inferiores en Católica y Magallanes, jugó en Temuco y U. de Chile entre otros, cuando anotaba hacía una especie de bailecito con saltitos y giraba sus manos empuñadas con los pulgares hacia arriba, era bien simpática, por supuesto también está la de Marcelo “matador” Salas con su rodilla al suelo y su índice apuntando al cielo, aunque esa se la había visto a Emilio Amavisca, compañero de Zamorano en Real Madrid. También hay algunas de selección como la emotiva del Pato Yáñez marcando ese agónico gol a los paraguayos elevando sus brazos al cielo o las de la dupla Za-Sa mostrando sus poleras escritas con plumón.
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Luego podemos hacer un resumen con las que se me vienen a la cabeza como las simbólicas de Marcelo Espina y Víctor Hugo Castañeda alzando sus camisetas en el banderín de córner en distintos clásicos, el desenfreno del “murci” Rojas en el partido final contra Iquique el año 1998 anotando el gol que le daría el campeonato a los albos, también la celebración de Diego Rivarola colgado de la reja del monumental mostrando la camiseta de Gokú después “vacunar” al archirrival, la del “Ratón” Pérez de Cobreloa y la UC levantando “la pata” a lo perrito, el pescadito fuera del agua de Matías Urbano de La Serena y Unión San Felipe. ¿Y la del “tiburón” Renato Ramos?, ¿Y el beso en el tatuaje del brazo del eterno Lucho Fuentes?, ¿Las lustradas de zapatos de varios? ¿Los flechazos de otros? En fin…
Éstas por nombrar algunas, seguramente usted recordará otras que se me quedan en el tintero y que son dignas de un ranking de celebraciones que alguna vez le llamaron la atención por lo creativa, por lo emotiva, por lo fea, por lo rara, etc. Hay de todo y para todos los gustos, lo importante es refrescar la memoria y traer a colación algo tan especial y muchas veces memorable para muchas personas como son las celebraciones de los goles.
