No es mucho lo que podemos decir sobre algo que no sucedió. Tampoco podemos hacer una construcción propia y objetiva de un suceso sin ningún antecedente. Pero lo que podemos hacer es una construcción epistemológica de lo que habría pasado, para eso debemos tomar en cuenta antecedentes y estadísticas cercanas.
¿Puede sorprendernos el resultado futbolístico del clásico Porteño?
Si lo analizamos en semántica futbolísticas y bajo los axiomas que el deporte rey tiene, no , no tiene por qué sorprendernos. Wanderers y Everton son cuadros de la quinta de región de nuestro país y son de los más antiguos de Chile. Su primer encuentro se remonta al 1944. Ambos equipos tienen al día de hoy Estadios dignos a su historia futbolística y que hacen honores a la belleza de ambas ciudades. Y, por último, los dos equipos han logrado romper la hegemonía de los llamados “tres grandes” del fútbol chileno.
Es interesante saber la larga lista de jugadores que militaron en Everton y Wandererers como por ejemplo: Gustavo de Luca, Claudio Nuñez, Ariel Roberto Pereyra, Jorge Luis Pérez, Jaime Riveros, Matías Donoso, Mario Salas, Patricio Toledo entre otros. Podemos ver que ambos equipos tienen más cosas en común que esferas que los separen.
Los “ruleteros” y los “caturros” tienen muy buenos planteles que se nutren de un excelente trabajo en las inferiores. La separación que este 2015 viven es producto que Everton milita en primera B y Wandereres lo hace en primera A. Pero como sucede a lo largo de la historia siempre va haber un momento donde ambos se crucen en la cancha de futbol.
El domingo 19 de julio, en la cancha del Elías Figueroa, se dieron cita dos eternos rivales futbolísticos, ambos con las mejores armas para lograr un triunfo y darle una alegría a sus fieles hinchadas. El partido se jugó con dientes apretados como buen clásico. Everton como visitante le cedió la iniciativa al elenco de Astorga y optó por salir de contragolpe. Las cosas se dieron a pedir de boca del elenco “oro y cielo” y al minuto 7` logró anotar el primer gol en los pies de Gálvez.En el minuto 40`, el árbitro sancionó penal para los “caturros”. El delantero, Carlos muñoz, se paró en el punto penal y bajo la atenta mirada del publico disparó y Dalsasso tapó con los pies.
El segundo tiempo el equipo de Valparaíso se lanzó con todo a buscar el descuento y Everton de manera inteligente mantuvo su táctica, esperando y saliendo rápidamente. En el minuto 68` Saavedra tomó un rebote en área de Wandereres y sorprendió a todo el Estadio, anotando el 0-2 para la visita. Para colmo de males 120 segundos más tarde, el mimo Saavedra con un precioso globo escribió el 0-3 para está insolente visita.
En el epilogo del partido, cuando yo todo era más ganas que fútbol, el incombustible Jorge Ormeño, le saco brillo al balón acariciándolo con fuerza para lograr alojar el balón en una esquina del arco de Dalsasso y estructurar el 1-3 final.
Con todo lo anteriormente dicho, en materia de jugadores, historia, gestión y el antecedente del partido de hoy, me he puesto a pensar que lindo partido pudimos a ver disfrutado el 12 de julio del presente año. Para quienes somos hinchas del futbol, el clásico porteño es un manjar y verlo dos veces en un mismo mes algo impagable. Pero mientras las autoridades, dirigentes y empresarios sigan permitiendo hechos como el nombrado y el ocurrido en Talca entre barrista de la U. de Chile y Rangers lograron que se suspendieran un entretenido partido. Los más afectados somos lo hinchas de los 90 minutos del deporte más lindo del mundo. Nosotros que no vemos Panamericanos, nosotros que no sabemos de ajedrez o visitamos museos.
“Mis parabienes para Everton y para Santiago Wandereres , paciencia para esperar el próximo clásico. A los dos equipos gracias por un domingo de fútbol.”