Lunes 20:30 horas en el “coloso” de Ñuñoa, dos de las más grandes rivalidades futbolísticas a nivel Latinoamericano se volverán a enfrentar. En el marco de la Copa América Chile 2015, las selecciones de Chile y Perú revivirán el clásico del Pacífico.
El equipo de Sampaoli y el equipo de Gareca jugarán por un paso a la final del torneo más viejo del continente. Los chilenos siempre hemos dicho que la historia pesa, sobre todo cuando no nos es favorable:
Copa América: En este caso de 18 partidos Chile ha ganado 7, empatado 6 y perdido sólo 5.
Encuentros oficiales: De 76 partidos Chile ha vencido en 41 oportunidades, empatado en 21 y empato sólo 14 veces.
Clasificatorias al Mundial: En un total de 17 partidos Chile ha ganado 9, perdido 6 y empatado 2.
Encuentros amistosos: Ambas escuadras han jugado en 40 ocasiones, Chile ha ganado en 25 partidos, perdido 9 veces y empatado 6.
Las estadísticas favorecen a Chile, y es necesario que la “roja” se haga cargo de los números favorables. La necesidad de ganar es de Chile, el juego con el balón al pie es chileno, los goles favorecen a Chile y la selección es local. Gareca sabe lo anterior, por esto no creo que salga a jugar como jugó contra Bolivia, situación que favorece a Chile, ya que le entregará la posesión del balón a Jugadores como Valdivia, Vidal, Aránguiz y Díaz. Mientras en delantera esperarán ser abastecidos dos delanteros que no paran de moverse, hacer diagonales, engancharse y que tienen el arco entre ceja y ceja.
Quizás la defensa es la parte más endeble de Chile, la razón: Son dos centrales y un arquero. Pero esa es la propuesta y es a lo que debe jugar el anfitrión, dar espectáculo, dar emoción y mantenernos al filo del sillón o saltando en la galería.
Chile juega a mantener una presión constante y degastar mentalmente a su rival, así lo hizo con Uruguay y venció en un apretado partido a un equipo acostumbrado a defender. En la vereda opuesta está el equipo incaico, un cuadro que juega mejor atacando que defendiendo. El problema es que los peruanos se desesperan rápidamente sin la pelota en los pies, ya que su mayor virtud es ser buenos para jugar. A diferencia de Chile que juega bien con o sin pelota.
El problema de Chile es la suspensión por tres fechas de Gonzalo Jara, un jugador que ya venía mecanizado los movimientos defensivos con Medel, Isla y Mena. Y que deberá ser reemplazado por Rojas, Albornoz o Silva, en mi opinión prefiero a Albornoz. La clave para Chile es mantener a Perú contra su arco y anticipar a Guerrero y Pizarro. Cargar a Isla por el lado de Vargas y mandar a Sánchez a jugar por el lado de Advíncula y encararlo, ya vimos cuando lo encaro Lizio y cometió penal. Chile, deberá tener cuidado con Cuevas que ha hecho una muy buena copa.
Más allá de lo anterior, el equipo de “la estrella solitaria” con la calidad de jugadores, de local, con el aliento del público y con su capacidad goleadora debería ganar este encuentro y asegurar su 5ª final. Es hora de apoyarnos en la historia y hacer que los guarismos se respeten, no sólo por ser simples números, sino por el juego y la generación de jugadores de la selección. La idea es ganar, pero no hacer de este partido algo más que un encuentro deportivo. Ideal no pifiar el himno peruano y hacer caso omiso a los titulares de los diarios peruanos que ponen este encuentro en un nivel soberano reivindicativo.
Gareca es un buen técnico y le ha dado orden a Perú, pero no consistencia. Esto lo hace un equipo ordenado, táctico que defiende bien y ataca bien. Pero para lograr este orden se ha debido sacrificar la creatividad. Perú es ordenado, pero: ¿Aguantará la presión chilena?
A eso debe jugar Chile, tocar e ir; Valdivia filtrando para Vargas y Sánchez. Vidal jugando con Isla e Isla centrado o disparando al arco. Aránguiz sorprendiendo y llegando al área. Díaz metiéndose entre los dos centrales y repartiendo juego y esperemos que aparezca con su remate de distancia.
Es hora que Chile como buen alquimista logré transformar la historia pasada en presente, que pueda transformar las estadísticas en goles y asegurar la final del torneo.
“No debemos usar el pasado como muletas, sino como peldaños de una escalera”