Universidad Católica como club deportivo está en crisis. Una crisis es una seguidilla de acontecimientos que aparecen de manera caótica, no poseen un orden lógico aparente, ésta produce un desequilibrio en la relación que tiene el club con sus hinchas y genera un daño en la imagen del club. Pero Cruzados SADP, sigue haciendo usufructo de la imagen deportiva del cuadro de la franja. En mi opinión Universidad Católica y Cruzados SADP han llego a un punto de no retorno, desde ahora en adelante deberán construir una nueva relación, las columnas levantadas el 2009 han sido derruidas por una serie de sucesos errados cometidos por Cruzados y que afectan directamente el relato histórico que el hincha cruzado guarda en su baúl emocional.
Los malos resultados deportivos, son el resultado final de una serie de errores de la dirigencia del club. La derrota ante 3-0 frente a River Plate de Uruguay fue el corolario de la mala gestión de Cruzados SADP. La mala gestión deportiva se ve expresada en que el cuadro de la franja no posee una identidad de juego, el equipo no tiene un modo de jugar que lo caracterice más allá del resultado deportivo, por esta razón, el equipo vive ligado a los resultados para sustentar su existencia. Equipos como Universidad de Chile, fútbol de presión alta; Barcelona, balón al pie; Huachipato, dinámica; Arsenal, la filarmónica de Londres entre otros. En mi opinión Universidad Católica tiene una pésima gestión de su identidad futbolística, esto se expresa desde la partida de Juan Antonio Pizzi (2010-20111), luego dos interinatos (2011-2012), luego la llegada de Martín Lasarte, un técnico que apostaba en esperar al rival y contragolpear, a la salida de Martín Lasarte, se produjo otro interinato (2013-2014) y finalmente llega el técnico Argentino Julio Cesar Falcioni. El señor Falcioni practica un fútbol que espera el error del rival, y trata de llegar al arco rival de forma vertical, siendo su fuerte el contragolpe (Boca Juniors 2011-2012).
El hincha cruzado y la construcción de jugadores tienen un ADN de juego asociado, jugada construida con el balón al pie, en definitiva, llegar al Gol tocando el esférico. Este ADN choca con la táctica del argentino , lo que provoca una disonancia entre lo que es católica y lo que juega su técnico, como resultado: Universidad Católica está eliminada de la Copa Sudamericana, de la Copa Chile y lejísimo de obtener el torneo local, y recién estamos en el mes de agosto. El problema bajo mi prisma está en la dirigencia ¿Por qué? La razón han errado de manera metódica en la contratación de técnicos y esto se debe a que no saben leer la identidad futbolística de la Universidad Católica “Identidad es la suma intrínseca del ser y su forma, autoexpresada en el conjunto de rasgos particulares que diferencian a un ser de todos los demás”. La incapacidad de la dirigencia en interpretar el ADN del club genera un efecto cascado que parte desde las cúpulas dirigenciales, bajo a los entrenadores, jugadores y finalmente a la hinchada. El jugador de fútbol y el entrenador, son la cara visible y resultado final de una mala gestión deportiva. La Performance de Católica en la cancha es nerviosa, incierta y sin convencimiento, síntoma de esto: las derrotas y las expulsiones de Parot y Botticelli.
La Universidad Católica ha gestionada mal su dimensión deportiva, pero también su dimensión emocional. El club no le renovó el contrato a Milovan Mirosevic, sustento emocional del equipo, el club no consigue retener a los jugadores formados en casa, Nicolás Castillo,-lo único que quería era irse- el club vive preso del fetiche del 10 y el 9 traídos de Argentina, fetiche producto de la venida de Acosta y Gorosito el año 94, la franja no puede vivir esperando la segunda venida de Acosta y Gorosito. Y por último me parece indecoroso y emocionalmente contraproducente que el público objetivo de la Marca Club Deportivo Universidad Católica, Marca gestionada por Cruzados SADP sea “Estar bien posicionada en el segmento alto y medio alto de la población”. *Un club no elige su hinchada, la hinchada elige su club.
En consecuencia la crisis de Universidad Católica es producto del divorcio entre dirigencia e identidad futbolística, esto genera incertidumbre en el cuerpo técnico y jugadores lo que se traduce en una seguidilla de derrotas y finalmente en infelicidad para la hincha cruzada. Pero tanto la crisis como la infelicidad comparten una finalidad positiva “La infelicidad está presentada como una condición impuesta por la providencia para que el género humano progrese hacia un estado mejor” **Se debe volver a las bases , al buen trato del balón y la llegada asociada, y volver a Entusiasmar al hincha. Y el hincha como misión debe apoyar a su equipo, subliminar la tristeza y desazón por los malos resultados, a través de un apoyo irrestricto e incondicional, en definitiva Amar los colores más allá de la satisfacción material.
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