Los tres grandes equipos del fútbol chileno muestran una característica común en el actual campeonato de primera división, Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica cuentan con un director técnico que viene de las inferiores del club.
Técnicos que son identificados completamente con sus instituciones y que asumen un desafío no menor que es llevar a sus escuadros a lo más alto, es decir, levantar la copa al final del Torneo de Clausura.
Los motivos que los llevaron a asumir, en cierta medida coincidentes, fue en momentos de crisis en mayor o menor medida que llevaron a la salida de sus predecesores. Héctor Tapia, junto con Miguel Riffo, tuvo que hacerse cargo de Colo Colo de manera interina luego de la renuncia de Gustavo Benítez tras un paupérrimo desempeño en el torneo local, Copa Sudamericana y Copa Chile el 2013. En U. Católica Rodrigo Astudillo asumió luego de la partida de Martin Lazarte, que si bien tuvo un buen rendimiento con los cruzados quedó marcado por no obtener ningún título perdiendo tres finales en un mismo año. Y la más reciente llegada de Cristián Romero a la banca de U. de Chile en reemplazo de Marco Antonio Figueroa quien tuvo que irse por mal rendimiento en este torneo y por su polémica relación con la prensa y sus desafortunadas declaraciones.
En las cinco fechas que llevamos del campeonato estos tres entrenadores han comenzado a imponer su sello a sus equipos que tiene directa relación con la historia de estos clubes. “Tito” Tapia ha demostrado un carácter e inteligencia propia de un entrenador de vasta trayectoria, por ejemplo, cuando le exigió a la dirigencia de Colo Colo refuerzos de categoría, siendo el más emblemático el retorno de Esteban Paredes. Resultados que están a la vista ya que Tapia tiene a los albos punteros del campeonato, con un nivel de juego muy alto, como el cuadro más goleador del torneo, además, reencantando a sus hinchas y devolviendo la alegría al Monumental.
En el caso de Astudillo si bien ha tenido momentos irregulares de a poco le está tomando el pulso al cuadro de la franja, incorporando refuerzos de calidad como Darío Botinelli y Mark González y estableciendo un patrón de juego más ofensivo que su antecesor. Situación que tiene a los de la franja en los primeros lugares de la tabla a sólo tres puntos de los albos.
Mientras que Cristián Romero en el poco tiempo que lleva como técnico de los azules ha logrado descomprimir el ambiente en el camarín y ha logrado devolver la confianza a los jugadores, encontrando de a poco una línea clara de juego y los más importante volviendo al triunfo, puesto que el “Relojito” lleva un 100% de rendimiento en los tres partidos que ha dirigido (dos en el clausura y uno en la Pre-Libertadores) que los ha devuelto a la pelea por el título.
Si bien es muy temprano para hablar de favoritismo y considerando que en la pelea por ser campeón también se encuentran O´Higgins, actual monarca, y Unión española tanto como Colo Colo, U. de Chile y U. Católica de a poco se muestran como cuadros fuertes y de buen funcionamiento. Ahora sólo a largo plazo se podrá ver si la elección hecha por los dirigentes es la correcta y uno de estos técnicos logra la gloria el Torneo de Clausura 2014.
Por:Manuel Quinteros Guerrero. – Futbolchileno.com