Sacaron los trapitos al sol en la ANFP. Encontrando “irregularidades” del porte del Maracaná. Después de ver los resultados de la auditoria a la que se sometió la asociación, uno se da cuenta porque nadie reclamó o denunció en su momento; estaban todos contentos durante la administración de Sergio Jadue. Y cómo no, si a todos les llegó su tajada. Más que una auditoria forense, parecía un álbum con las fotografías de un carrete épico con aviones privados, mansiones, trajes de diseñador y billetes caídos del cielo. “Aquí hubo una organización para delinquir y defraudar” decía Arturo Salah antes de presentar los datos recopilados en el informe de las platas entre el 2013 y 2016. La maquinaria creada por Jadue en torno al fútbol chileno es indudablemente lo que se conoce como crimen organizado, ahora la pregunta que queda y seguramente quedará sin responder es ¿Quiénes pagarán por la participaron directa o indirectamente en esta organización? El presidente del fútbol chileno dice de buena fe “Vamos a acompañar a la Fiscalía para perseguir a los culpables”, pero ya sabemos el final del cuento. Lo primordial es que este escándalo no salpique a la roja. El único producto del fútbol chileno que permanece solido entre dirigentes corruptos y un campeonato nacional en picada.
Ahora toca tapar los forados financieros de la ANFP. Pero el camino no es cobrarles 2 millones de dólares a los equipos que ascienden de división -como sucedió con Deportes Valdivia-, gran parte del dinero vendrá de la valorización de la selección chilena en el mercado. Con una selección nacional ganando y haciéndose cada vez más popular, los contratos publicitarios, la venta de merchandising, la venta de entradas, más otras acciones irán generando los ingresos necesarios para estabilizar a una enferma asociación de fútbol nacional. No es lo mismo para Nike ser sponsor de la tercera selección en el ranking FIFA que de la vigésima. La buena voluntad del directorio presidido por Arturo Salah es insuficiente y de poco futuro teniendo en cuenta los obstáculos que pondrán desde el consejo de presidentes de la ANFP. Es por eso, que en mi opinión, será en el campo de juego desde donde indirectamente los jugadores, por medio de su cometido, generaran la entrada monetaria que añoran en Quilín.
En esa misma línea, creo que hay que ser consciente de que la próxima edición de la Copa América no se puede menospreciar, la Copa Centenario, además de servirle al nuevo cuerpo técnico de Chile para ganar experiencia y compenetración, traerá la posibilidad de continuar con el fortalecimiento de la selección chilena como una marca prestigiosa a nivel mundial. Al certamen continental van los mejores con lo mejor entonces por qué devaluarla. Jurgen Klinsmann, la leyenda del fútbol alemán y actual técnico de la selección de EE.UU, en un análisis sin dobles lecturas, fue claro en decir que la Copa América es una competencia de mejor nivel que la Eurocopa. Una mirada externa como aquella nos ayuda a dimensionar el valor de una copa fundamental para el futuro posicionamiento de la selección.
La ANFP tiene la suerte de, mientras vive una de sus peores crisis financieras, contar con la mejor generación de jugadores nacidos en Chile. Grupo de futbolistas que en el pasado hicieron millonarios a los dirigentes liderados por Sergio Jadue y que ahora probablemente le tiren un salvavidas a la ANFP.
Ismael Ugarte @maqdeescribir