El 7 de septiembre del 2007, la selección chilena perdió 2-1 en un amistoso con la selección de Suiza. El resultado no era novedad, lo novedoso fue la dinámica del equipo, una selección chilena que presionaba la salida del rival y que buscaba de manera directa el arco del rival.
Este nuevo Chile fue derrotado, pero veíamos algo nuevo. Marcelo Bielsa había elegido la selección de Chile para plasmar su filosofía de juego. Chile consiguió clasificar 2 detrás de Brasil y por sobre Argentina, le ganó en Santiago 1-0 a la selección de Argentina, rompió con el axioma del jugador chileno que sólo responde de local y para finalizar Marcelo Bielsa, fue elegido como Mejor Entrenador de América. En el mundial Chile ganó dos de tres partidos (Honduras y Suiza; perdió 2-1 con España) y logró clasificar a octavos de final con 6 puntos y mejor diferencia de gol. En octavos de final cayó 0-3 frente a Brasil. Después del mundial Marcelo Bielsa tomaría la decisión de dejar la selección.
Un año después, Bielsa firmaría con el Athletic Club, equipo español que es uno de los 4 clubes que no son Sociedad Anónima de la liga. Los leones de San Mamés, no contratan grandes estrellas a diferencia del Real Madrid, pero si les dan un gran tiraje a las inferiores, en España le llaman Cantera. Por ende el componente del plantel son jugadores jóvenes, lo mismo que los seleccionados chilenos. El año 2013 “el loco” dejo al equipo Vasco y luego de un año asumió la banca del equipo francés Olympique de Marsella, el cuadro más popular de Francia y con más títulos y por el cual han pasado jugadores como: Jean-Pierre Papin, Frank RIbéry, Enzo Francescoli, Lucho González y Mathieu Valbuena. El equipo de Marsella está compuesto en su mayoría por jugadores jóvenes, desconocidos y de las divisiones inferiores del club. Como es costumbre. El equipo de Bielsa partió a los tumbos, pero ya ha logrado sus primeros puntos en la Ligue 1.
¿Cuál es la razón de Bielsa para elegir estos equipos? Partiré entregando características similares entre la selección de Chile, Athletic Club y Olimpique de Marsella: jugadores jóvenes, equipos sin grandes nombres y abiertos al cambio. Lo anterior es terreno fértil para los cambios drásticos que impone el rosarino en la vida de los futbolistas. Bielsa trabaja con un sistema de mecanización de movimientos dentro del campo de juego – conductismo de Pávlov y Skinner – para esto se necesita un gran esfuerzo físico que se lo entrega la juventud de los jugadores (Sánchez, Medel , Iker Muniain entre otros), también la constitución de equipos sin grandes figuras, le permite al rosarino manejar el camarín, imponer su filosofía de juego y poder exigir el 110% a los jugadores y finalmente equipos de fútbol abiertos al cambio, ejemplo: Chile, después de la clasificación al mundial de Francia 98, nuestra selección cayó en un periodo de oscurantismo futbolístico. En este periodo Chile, quedo fuera de 2 mundiales; Athletic Club, un equipo cuyo último logro fue el año 1984; y finalmente Olimpique de Marsella; el cuadro galo no ha ganado la Ligue 1 desde el 2010.
Según mi hipótesis, “el loco”, busca tomar 23 subjetividades y alinearlas en pos de un objetivo “Lo subjetivo aparece entonces como un momento necesario del proceso objetivo” los objetivos o proyectos son: clasificación al mundial, campeonato español y campeonato francés. El técnico argentino busca controlar todas las variables posibles de un partido de fútbol, pero como ya he dicho el fútbol es como la vida, el fútbol es la epitome de lo inesperado. El control es piedra angular del modo de juego de los equipos de Bielsa y no sólo del balón, sino que también sobre los jugadores que son sometidos a extensos entrenamientos y concentraciones “tipo de poder que se ejerce sobre los individuos, bajo la forma de vigilancia individual y continua, del control, del castigo y de la recompensa, y bajo la forma de la corrección, es decir, de la formación y la transformación de los individuos en función de ciertas normas” así logró transformar a Chile en un equipo que presiona la salida del rival y llega con más de 4 hombres al área rival y llevó al Athletic Club a jugar la final de la UEFA Europa Legue. Un ejemplo del control individual, lo podemos recoger en la compra de un sistema de videos que costó alrededor de 20 mil euros y la entrega de un video con el seguimiento personal de cada jugador del Olimpique de Marsella, esto es un claro guiño al sistema panóptico.
Esta idea de juego requiere el sacrificio del ego de los jugadores-sepultar el myself- se debe pensar en el conjunto antes que en la gloria personal, satisfacer los engranajes de la máquina antes que volar con alas propias. Bajo está máxima, Bielsa no aceptará ningún jugador que vaya con colores propios y le encabrite el camarín o ponga en duda su concepción de juego. El todo es más que las partes y la totalidad es la suma de las partes. Ejemplos de esto son Arturo Vidal que no jugó en su posición y Jorge Valdivia, quienes para estar en la selección debieron hacer pruebas de humildad. Parte de esta concepción la plasma hoy Sampaoli con la posición de Sánchez frente a México y Haití, la banca de Pinilla y el olvido del 10 chileno Jorge Valdivia. Lo anterior busca evitar el aburguesamiento del jugador de fútbol. El método de Bielsa es único, por un lado exige la entrega máxima y por el otro la entrega total de las libertades del jugador, por todo lo anterior el método Bielsa, camina sobre en la delgada línea entre una revolución y el fundamentalismo.
Mauricio González Seguel. @gmauricio554
*Sartre, Jean-Paul. “Critica a la razón dialéctica”. Editorial Losada. Pág. 81
**Castro, Edgardo. “Diccionario Foucault”. Editorial Siglo XXI. Pág.80