“No creo que el error de Arturo tenga tanta magnitud como se ha manifestado”. Jorge Sampaoli, la mañana posterior al choque.
Estadio lleno, himno nacional cantado con el alma, miles de chilenos apoyando a “La Roja”. Penal para Chile, Arturo Vidal se para frente al balón y la clava en un ángulo. Con los brazos se sacude el cuerpo, así como botando la mufa. Luego con las manos forma un corazón, sus compañeros lo abrazan y aquí nada ha pasado…Queda solo para el chiste que unos días antes, un Vidal en estado de ebriedad condujo su vehículo a 150 kilómetros por hora para impactar por atrás a otro auto, volcándolo en al instante y quedando el futbolista con su vehículo destrozado al borde de una profunda zanja.
Con el sistema educativo que tiene Chile, que alguien de escasos recursos (por lo mismo de poca educación) choque curado, es una consecuencia de, pero que el aparato administrativo -ANFP- y rector del futbol en Chile lo respalde, es siniestro. Mirémoslo en perspectiva. El investigado por sobornos, presidente de la ANFP Sergio Jadue -el mismo que Marcelo Bielsa denunció indirectamente tratándolo de poco confiable- después de reunirse en una reunión registrada cuando Claudio Borghi aún ejercía como DT de la selección, contrata al DT Jorge Sampaoli por la siguiente razón “lo que primó para elegir a Sampaoli fue el tema disciplinario”. Al poco tiempo, el entrenador argentino no pudo disfrazar más sus enfermizas ganas de triunfo personal y fue sacando el lobo. Las críticas de que “reventaba” a los jugadores que le caían al casildense, tuvieron un explícito asidero cuando puso a jugar en el mundial a Arturo Vidal, sabiendo que estaba convaleciente tras una reciente operación. El asunto es que estos dos agentes nocivos para el fútbol y para la sociedad chilena (Jadue y Sampaoli) deciden en conjunto que la conducta de Vidal la noche del choque constituía una falta menor y no era para tanto. “Cometió un error que no es determinante para excluirlo” dice Sampaoli. Puaj! Me da asco repetirlo. Por lo tanto, el cuerpo técnico de la selección y la ANFP no tomarían cartas en el asunto por considerar el incidente como insignificante, ignorando por completo el Código de Procedimientos de la Asociación y marcando un precedente deportivo patético.
Pero lo que hicieron estos dos señores no queda solo en el ámbito deportivo, ya que con esta resolución light informan a la sociedad que lo que importa no es la justicia sino que la recompensa monetaria y el éxito particular. Mensaje contrario a todo lo que estamos tratando de extirpar en una sociedad hastiada de sinvergüenzas. El mismo tipo que vende a su familia en un comercial de banco ahora está vendiendo patria como medio para conseguir provecho personal. Las palabras de Sampaoli lo definen “no me nace excluir a alguien por un error”. Sabiendo que es reincidente, que iba a llegar borracho si es que no chocaba y con las evidencias del choque sobre la mesa ¿a quién se le ocurre bajarle el perfil y describirlo como un error?. Solo a una persona inescrupulosa e inmoral (casi sociópata) que producto de su ambición por conseguir victorias es capaz de cualquier cosa. Sin embargo su conducta es selectiva, recordemos que a Charles Aránguiz lo suspendió por ausentarse a una práctica -por medicarse incorrectamente- . Además hipócrita. Son duros calificativos, pero tengo que sumarme a las personas y medios de comunicación que en Chile y en todo el mundo les parece grave lo que pasó en el choque, en medio de una mayoría timorata y hasta indulgente con el “rey”. El miedo de muchos periodistas nacionales a perder los favores de los futbolistas de la selección, los convierte en sus sirvientes comunicacionales.
Somos un país de tercer mundo lleno de desigualdades, injusticias, segregación, exclusiones, etc, etc, etc. Y esta cadena de errores es un fiel reflejo de lo que es Chile. En eso muchos podemos estar de acuerdo, la cuestión es que si reconocemos la pobreza intelectual, valórica y emocional en estas personas, terminemos de una vez de endiosarlos e idealizarlo por el simple hecho de ganar partidos. Los futbolistas pueden ser un ejemplo de esfuerzo y perseverancia, pero no de vida. Lo mismo corre para artistas, políticos u otros deportistas. Sampaoli por jugar ofensivo y obtener resultado también está lejos de ser un aporte para nuestra sociedad. La filosofía de “no escucho y sigo” del DT argentino nos ha mostrado a un tipo presumido, altanero y sobretodo inescrupuloso. Agregaría que falta a la verdad permanentemente.
No confundamos justo castigo con colgamiento en la plaza pública. Este país necesita lecciones. Necesita que se haga justicia con la gente que le hace daño a la sociedad. Los políticos corruptos deben pagar y un jugador de fútbol que puso en riesgo la vida de otras personas también. Pero la señal que recibimos de las personas que nos lideran es de impunidad y maquiavelismo, en la que no importa el medio con que conseguir el triunfo. No equivoquemos la mirada, los ejemplos de vida los vemos cada día en las calles en gente honesta y solidaria que aporta con su grano de arena a la sociedad. Eduquemos la vista, mientras esperamos una educación decente.
Ismael Ugarte @maqdeescribir