Viendo el partido del otro día entre el Manchester City y el Liverpool en el Etihad Stadium, me quedo aún mas claro algo que he venido pensando hace tiempo ¡Tener un goleador adelante lo arregla todo! Un delantero efectivo, de esos que concretan dos de tres situaciones de gol.
Yendo al cotejo, era muy evidente como aunque el Liverpool mostraba un buen juego colectivo y se creaba situaciones de gol, no podía anotar a falta de su ex figura Luis Suarez, y en cambio al otro lado entraba Sergio Agüero en el segundo tiempo y convertía en la primera que tocaba. El charrúa es un buen ejemplo para reafirmar la teoría del principio. En el mundial la selección uruguaya venia de una estrepitosa caída frente a Costa Rica y en el segundo partido del grupo contra Inglaterra se jugaba el paso a la siguiente ronda, bastaron dos pelotas con ventaja para que “Luisito” celebrara en dos ocasiones, dándole el triunfo a su país. Eso es lo que entregan los goleadores: resultados, independiente del juego grupal. Suena exagerado, pero con un buen artillero se puede hasta prescindir de las virtudes del medio campo o del resto de los puestos ofensivos, ya que a este tipo de jugadores se les puede lanzar un “ollazo” al área y te lo convertirán en gol. En mi opinión, la característica principal que hace al goleador -aparte de la técnica y la potencia- es la serenidad al momento de efectuar el movimiento ofensivo. Esta tranquilidad para definir cerca del arco reside en el don de estar un tiempo adelantado a la jugada.
En nuestro futbol tenemos dos casos actuales y atingentes. Gustavo Canales en Universidad de Chile y Esteban Paredes en Colo Colo, ambos, jugadores de selección no tenidos en cuenta por Sampaoli. Cuando Unión Española se desprendió de Canales perdió casi totalmente su poder de fuego, que ahora disfrutan los azules que tienen a Gustavo como pilar fundamental. Lo de Paredes es más representativo aún. En virtud de que el cacique no ha convencido a nivel colectivo -como si lo ha hecho la U- el 31 se ha transformado en la única carta de gol de los albos, con siete goles a la fecha. En Colo Colo la consigna es: dejar bien perfilado a su ariete. Lo inexplicable, recordemos, es que hace poco tiempo los albos dejaron ir a Paredes al futbol mexicano, a sabiendas de que este intencionaba quedarse en Macul y transaría su contrato si era necesario. La naturaleza goleadora de estos dos jugadores hace pensar, que habría pasado si uno de ellos hubiera estado en el lugar de Mauricio Pinilla para el partido del mundial con Brasil. Y no baso esta conjetura en un sin sentido, sino que en estadísticas.
Rooney, van Basten, Henry, Batistuta, Eto`o, Zamorano, Salas, Messi, los Ronaldos y a nivel nacional, Lucas Barrios, Beto Acosta, Diego Rivarola, por nombrar algunos, todos ellos eran o son goleadores solitarios, únicamente necesitan un balón en su radio para arrastrarlo dentro del arco. Le facilitan todo al equipo porque ellos se convierten en el equipo. Cuando los necesitas se la entregas en el medio y después de sacarse a medio conjunto rival convierten el pase en gol, como Maradona el 86 contra los ingleses o puedes asistirle de media cancha, al estilo Wembley, y habrá un matador que se las arregle para echarla adentro. El goleador es una raza difícil de encontrar pero es indispensable para obtener la victoria, pregúntense que estatus tendría “la Roja” con un delantero como Gonzalo Higuaín, por dar un ejemplo aterrizado.
En Chile esto es como el tenis, deben pasar décadas para que aparezca una generación de goleadores de fuste, los últimos fueron la dupla Za-Sa (sin desmerecer lo hecho por Humberto Suazo y el resto de los delanteros activos). Por el momento, entre Paredes y Canales se vivirá una linda lucha por ser el goleador del campeonato apertura 2014-15, seguramente uno de los dos inclinara la balanza para definir al club campeón.