El recorrido de nuestra conversación tuvo diversas variables; barrios, éxitos deportivos, relevancia en el campeonato, herencias familiares y en la historia del fútbol chileno. No recuerdo bien qué fue lo que concluimos, pero creo no estar lejos si hoy escribo que total y absolutamente nada. Son de esas conversaciones que llenan espacios, enriquecen diversos puntos de vista y que por lo general acompañan nuestros almuerzos semanales.
Cuando me senté nuevamente a trabajar, seguí dándole vueltas a lo que habíamos hablado. Pensé en los hinchas de Independencia y la colonia española, de los de La Florida y la colonia italiana y de los de La Cisterna y la colonia palestina. Seguí mi análisis preguntándome por los hinchas del Cerro 18 en Lo Barnechea, de los bohemios de Estación Central de Santiago Morning y de todos esos clubes municipales que viven en el ascensor de lo profesional y lo amateur. También pensé en los hinchas de los tres grandes de la capital. En las Universidades y su origen en las casas de estudios y Colo-Colo en la popularidad de haber nacido del viejo y querido Magallanes.
Al terminar mi jornada laboral y emprender la caminata hacia mi hogar, me di cuenta que soy un convencido de que uno nace hincha de un club en particular. Difícil uno elige qué goles son los que se gritan en casa o a qué equipo ir a ver por primera vez a un estadio. En el trayecto uno va conociendo la alegría, la frustración, las crisis y otros factores que no son sólo del fútbol sino que de la vida en general. Recordé a mi abuelo y el cómo pudo transmitir toda esta pasión a sus nietos. Recordé grandes jornadas que transcurrían en torno al fútbol, el querido fútbol.
En esta caminata también pensé en el amateurismo y el amor por los colores (conceptos que Sampaoli ha querido transmitir a nuestra selección). Esa incondicionalidad que no sólo tienen los hinchas, sino que también deberían tener los jugadores, fieles representantes de nuestras inquietudes, nuestros amores, nuestros desafíos y nuestras expectativas.
Al finalizar la caminata y llegar a mi casa sólo reflexioné una cosa: no me imagino una vida sin fútbol. Prendí el televisor y me puse a buscar algún partido. Me quedé pegado viendo Ecuador-Argentina del Sudamericano Sub-20. Seguí pensando y traté de visualizar qué sería de mí sin estar pendiente de qué pasa con mi equipo cada fin de semana, qué sería de mis amigos sin esta pasión que llena tanto con tan poco ¿De qué hablaríamos con mis compañeros de oficina en los almuerzos del día lunes?
El fútbol chileno se prepara para un 2025 lleno de desafíos, con el Mundial Sub…
Después de una temporada destacada, pero con salida polémica de Santiago Wanderers, Jaime García regresa…
La crisis en las Clasificatorias para el Mundial 2026 podría costarle el puesto al técnico…
Universidad de Chile enfrenta la final de la Copa Chile ante Ñublense en el Estadio…
El Registro Nacional de Hinchas es un mecanismo de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional…
Desde este sábado se disputará la fecha número 13 del Campeonato Nacional de Primera División…
Leave a Comment