Los tiempos han cambiado, el fútbol ha ido mutando, no en su esencia, pero sí en lo que se produce en torno a este deporte…
No soy de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor o algo así, aunque en este caso creo que esa frase podría calzar bien. Algunos domingos en la noche, cuando queremos con mi hijo ver el resumen de la fecha del fútbol chileno y nos vemos limitados a esperarlos en un solo canal, automáticamente viene la memoria emotiva y recuerdo los tiempos cuando se podían ver los goles en las noticias de todos los canales. No fue hace tantos años que vendieron la exclusividad de las mejores jugadas, sin embargo, al retroceder en el tiempo llego a un punto mucho más atrás, tal vez a mediados o fines de los ochenta. Me veo haciendo alguna tarea a última hora, ordenando un bolso de cuero o lustrando los zapatos para ir al colegio al día siguiente.
¡Papáaa los goles, los goles! gritaba y mi viejo, gran responsable de mi pasión por el fútbol, se sentaba a mi lado y eran veinte minutos, media hora pegados a la tele a color; terminaban en un canal y a darle vuelta la perilla para seguir viendo las mismas jugadas tantas veces como fuera posible y si nuestro equipo había ganado más motivados todavía. Después de un rato, si estaba despierto y si me daban permiso veía “el Zoom…”, aunque más adelante cuando apareció, prefería Futgol, era más directo, puro fútbol, no se daban tantas vueltas…el topgol, el potgol (jaja), terminaba tarde sí para un niño o adolescente que debía levantarse temprano el lunes…en fin.
Los tiempos han cambiado, el fútbol ha ido mutando, no en su esencia, pero sí en lo que se produce en torno a este deporte, es un negocio muy lucrativo que chorrea ganancias para muchas partes, entre ellos la televisión, que dirige y pautea los horarios y desarrollo de las competencias a su antojo y conveniencia.
No soy de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor o algo así, aunque en este caso creo que esa frase podría calzar bien.