Iván Zamorano fue el primero. Si bien, antes de él existieron grandes jugadores chilenos luciéndose en el extranjero, la globalización de las comunicaciones nos impidió seguir sus carreras en plenitud. Fue “bam bam” quien por primera vez hizo que un país entero acompañara a su ídolo domingo a domingo.
Aparte del factor tecnológico, este fanatismo nacional respondía a que teníamos a un jugador en una institución con los pergaminos del Real Madrid y no un jugador cualquiera, sino a su goleador. Desde esa gloriosa temporada 94/95, en donde, Zamorano consiguió ser campeón y pichichi, se hizo una obligación seguir a un futbolista chileno triunfando en una liga foránea. Ese seguimiento de nuestros referentes futbolísticos se acrecentó aún más con la llegada de la tv por cable y del internet, pasamos de ver un partido a la semana por tv abierta a diez por cable y en años posteriores se incrementaría esta cifra con internet. Y nos concentrábamos en Argentina porque Marcelo Salas triunfaba en River Plate, cuando “El Matador” partió a Italia, el campeonato trasandino lo dejamos de lado y los pormenores del Calcio eran los que importaban. Después Sebastián Rozental no nos dio tiempo para impregnarnos de la liga escocesa debido a su desafortunada lesión, y así los amantes del futbol chileno hemos ido peregrinando de país en país, sin lealtad alguna, siguiendo a la figura criolla de turno. En la actualidad, producto de la notable generación de exponentes de futbol, las miradas se ramificaron: hay que disociar los ojos para poder acceder a las presentaciones de los representantes chilenos por el mundo. Un ejemplo de esto fue cuando Alexis Sánchez jugaba en el Barcelona y Manuel Pellegrini dirigía a los “merengues”.
Este segundo semestre del año la prioridad esta clara: ¡El foco estará puesto en Inglaterra!, específicamente, en dos equipos: el Manchester City de Pellegrini y el Arsenal de Sánchez. Pese a que Claudio Bravo pertenece al plantel del Barcelona, no cabe duda que España es pasado (temporalmente) y los amantes del futbol tomaremos residencia en el Reino Unido. Lo que creo, es un cambio positivo. De las ligas fuertes: España, Italia, Alemania e Inglaterra, a mi parecer la británica es la más competitiva y la que mejor futbol exhibe. La liga española se reduce al derby, con los germanos pasa algo parecido entre el Borussia Dortmund y el Bayern Munich, y de Italia solo se puede esperar un juego aburrido y conservador. En cambio en la Premier League por lo menos 5 equipos (Manchester United, Manchester City, Liverpool, Arsenal y Chelsea) pelean la punta hasta el final. Y no la pelean a lo rugbista como algunos piensan, sino que mostrando un futbol potente y dotado de buena técnica. Lo otro interesante es la cultura conformada en torno al football, por algo el cine se inspira en Inglaterra cuando quiere llevar el futbol a la gran pantalla: Goal!, Holligans, Bend It Like Beckham, There`s Only One Jimmy Grimble, The Damned United, por nombrar algunas películas. Mal que mal son los creadores del futbol. La isla de Gran Bretaña tiene una idiosincrasia futbolística tan desarrollada que consigue concitar la efervescencia de un continente entero. Prácticamente los aficionados no miran fuera de su territorio porque ven satisfechas todas sus necesidades deportivas en su propio terruño.
Yendo a lo que viene. Alexis pasó de ser uno más en el Barca a ser la estrella de otro equipo grande de Europa, por ende, las condiciones son favorables para su buen rendimiento. Por su parte “el ingeniero” tiene como gran desafío, superar en altura la vara que dejo ganando la Premier anterior. Dispone de un plantel millonario, uno de los mejor reforzados del mundo, su deber es llegar lejos en la UEFA Champions League y repetir la liga domestica, a la que también aspira su némesis José Mourinho, haciendo esta todavía más entretenida.
El satélite esta puesto en dirección a Inglaterra, es el suelo que estamos destinados a abrazar por un tiempo. Y si a este prolífico escenario le sumamos las eventuales incorporaciones de Arturo Vidal al equipo de Louis van Gaal y Eduardo Vargas al de Arsene Wenger, prepárese para una estadía larga e inmejorable en el país del té y la cerveza. Cañonero, ciudadano o diablo rojo, haga su elección.