El cuadro laico fue incapaz de vencer a los floridanos y le terminó otorgando en bandeja el título a los albos, que sin jugar lograron la estrella número 31 de su historia.
Resignó su sueño de campeón. Universidad Católica tenía la gran chance de pelear el título si vencía este domingo a Audax Italiano en La Florida, sin embargo y como ha pasado en campeonatos anteriores, el cuadro cruzado fue incapaz de mantener su sueño vivo, al inclinarse ante los itálicos por 0-1.
El partido desde un comienzo empezó desfavorable para los cruzados, que vieron como rápidamente Sebastián Silva abría la cuenta para el cuadro local en el 8’ de partido. Lo que significó un golpe duro de amilanar para la UC, que no se pudo sacar de encima durante todo el encuentro.
Después del gol itálico y con más ganas que futbol, los dirigidos por Mario Salas fueron adelante en búsqueda del empate, pero siempre se encontraron con un férrea defensa rival, que sacó casi todo lo que llegó cerca de su área.
Pese a esto, Católica tuvo la gran chance de igualar por medio de un penal sancionado en contra de Fernando Cordero, que Mark González se atrevió a patear, pero su lanzamiento fue demasiado suave y Peric lo contuvo sin mayores problemas. De haber convertido quizás la historia podría haber sido diferente.
En el complemento siguió la tónica del primer lapso, con un Audax solvente que siempre neutralizó el juego de los cruzados y nunca le posibilitó la opción concreta de que pudieran igualar el compromiso.
De esta manera finalizó el partido y a la vez el sueño cruzado de lograr una nueva estrella en sus vitrinas, ya que con la derrota no le quedó ninguna chance de igualar a Colo Colo en la tabla, que sin jugar ante Santiago Wanderers se consagró como el flamante campeón del futbol chileno.
La UC tendrá que conformarse con haber asegurado un puesto en la liguilla de postemporada, que de ganarla le aseguraría un lugar en la próxima Copa Sudamericana.
Su primer rival en la siguiente ronda será nada más y nada menos que Audax Italiano, en una revancha que seguramente se jugará con dientes apretados.