Lo de los equipos ingleses (con representantes chilenos) en la Champions League fue un desastre. El martes te acomodas para presenciar un partido de octavos de final, supuestamente cerrado entre Manchester City y Barcelona, al tratarse de fuerzas a priori parejas. En el análisis previo piensas: El año pasado el equipo de Pellegrini perdió (en 8vos también) 4-1 en el global frente a los blaugrana, así que los conocen y deben haber tomado nota de los errores; los citizens están de local, por lo tanto tienen una cierta ventaja; Barcelona probablemente este con la moral baja tras perder de local con el Málaga y al contrario, el City viene “arriba” después de ganar por goleada en la liga inglesa. El miércoles te ubicas en el mismo lugar creyendo que el Arsenal sí que gana seguro porque tiene un rival más asequible y te imaginas (basándote en los nombres y números): De local los gunners seguramente ganan por más de dos goles; muy difícil que un equipo defensivo como el Mónaco, y el que además tienen de baja varias figuras, puedan siquiera hacer un gol; la jerarquía del Arsenal se impondrá al regular equipo francés, etc. Pero ¿qué es lo que pasa al final de ambos partidos? Tanto el plantel del ingeniero como el de Alexis echan por tierra las conjeturas, las apuestas y la lógica. Todo sabemos que el futbol da sorpresas, no obstante si se trata de equipos grandes es difícil que la tendencia no se capitalice. Como resultado de este sin sentido, la situación es crítica y los chilenos en Inglaterra son pacientes terminales.
Partamos por lo menos trágico. Después de la guerra todos son capitanes, por lo mismo no puedo decir que Pellegrini se equivocó y que debería haber jugado distinto ese primer tiempo fatídico. Lo que sí, me pareció muy extraño que no saliera a atacar como había declarado en la conferencia previa al partido. Lo otro inconcebible es que ni desde la banca ni dentro del campo hayan tenido poder de reacción durante 45 minutos. Creo que Pellegrini excede la moderación en muchas ocasiones, Luis Enrique es un técnico inexperto al que si se le apura es posible ganarle la partida de ajedrez, aunque maneje al Barcelona. Siendo justos, la torpeza de Clichy rompe cualquier esquema y estado de ánimo. Tampoco se puede sacar de la ecuación a Yaya Touré, el City es muy bueno con él y solo bueno sin el marfileño.
La vergüenza ajena estuvo en Londres, me compadezco de los hinchas del Arsenal, ver a tu equipo sin juego colectivo ni individual, perdidos en la cancha y lo peor, sin garra o como lo dijo una publicación británica: “con menos sangre que asado vegetariano” es indignante. A diferencia del City que reacciono tarde, el Arsenal no reaccionó y no solo eso: defendió sin timming, se diluyó en medio campo y tuvo nula precisión en el área. Y esta vez no es un simple titular sensacionalista que apela al orgullo nacional, es la absoluta verdad “Sanchez fue el único que jugó al futbol”. En mi opinión el problema nace en la banca, Arsène Wenger, esta enquistado en la banca y como si fuera un revolucionario con más de 10 años en el poder, su espíritu se ha desvanecido y eso tiene al Arsenal anímicamente muerto.
En los dos casos, conquistar el partido de vuelta es una utopía. Tendrían que ocurrir demasiados imprevistos para revertir el resultado global. Respecto a los cañoneros, la sentencia del técnico de Alexis lo dice todo: “no estamos eliminados, pero tenemos una tarea insuperable”. Pellegrini podría estar diciendo lo mismo, pero milagrosamente Lio Messi lo deja vivo. Ahora falta que el DT chileno se ponga “vivo” e imponga toda su experiencia y sapiencia a la hora del gallito con el discutido técnico catalán, si no quiere irse a fin de año de Manchester. Y si es que los gigantes de Inglaterra pretenden volver a jugar con esa timidez, acuérdense de llevar una bandera blanca en el bolso para no ser humillados en la vuelta.