“El equipo que invierte más tiene más opción de éxito” José Luis Sierra.
Mucho se ha hablado esta semana en Colo Colo acerca de la pobre inversión en refuerzos hecha por Blanco y Negro. El arquero Justo Villar fue el primero en referirse al tema “Si quieres ser campeón de América y gastar dos lucas, te puede salir, pero es una lotería”. Antes del portero paraguayo, Jaime Valdes había deslizado la misma crítica, critica que ha hecho eco cada vez que habla un referente albo. Con en ese respaldo es más fácil sacar la voz. Y José Luis Sierra lo hizo, aunque tibiamente, coincidiendo con las palabras de su pupilo.
En un primer análisis, las palabras de los colocolinos poseen mucha lógica, sin embargo en un segundo, denotan conformismo y suenan a excusas. A propósito decir que, el dinero termina siendo un factor clave, pero no determinante. Si nos remitiéramos únicamente al factor monetario, Universidad de Chile iría puntera, Cobresal jamás podría haber sido campeón e Independiente del Valle no hubiese avanzado a segunda fase. Tales anomalías que se dan dentro de un sistema donde la billetera más gorda prevalece, ocurren básicamente cuando hay un proyecto sólido en pie. Directrices claras y una línea de acción o de juego, como se dice en el fútbol.
Es un ejercicio interesante se podría decir que uno de cuatro equipos “humildes” consigue llegar alto, esto gracias una política deportiva real. Con un estilo de juego forjado por años, es como el Atlético Madrid venció al todopoderoso Barcelona y ahora se encuentra en la semifinal de la Champions League junto a tres potencias económicas del fútbol mundial. Se puede. Con jugadores identificados con la institución, un discurso técnico inspirador y una visión táctica trabajada es posible pararse de tú a tú con los favoritos, independientemente de los jugadores con que se disponga. Un plan de trabajo con atención a las categorías menores, con una filosofía de juego definida y con directivos y cuerpo técnico en sincronía a la hora de seleccionar las incorporaciones puede llevarte a alcanzar objetivos ambiciosos.
El problema es cuando se tiran líneas a la chuña, cuando no hay una planificación a conciencia. En ese punto todo se vuelve una lotería como dice el guardameta guaraní del cacique. Si bien el equipo que más desembolsa tiene mayores probabilidades de ganar -al acceder a lo mejor del mercado- no es condición sine qua non para llegar a la cima. El club inglés Leicester City, es la demostración más concisa de esta realidad. Cuando Justo Villar asevera que son ocho o nueve jugadores los que vienen peleando los torneos en Colo Colo, nos habla de un club albo lejano a un proyecto serio y comprometido que pudiera contrarrestar, entre otros aspectos, lo que más se le critica: lo corto del equipo.
En resumen, son comprensibles los reclamos del “coto”. Con jugadores como Javier Reina y Martin Tonso es difícil alzar una copa, no obstante, aun así es factible aumentar el palmarés. Por el lado del DT se trata de sacarle el máximo potencial a sus dirigidos y por parte de los jugadores se requerirá un compromiso total con su escudo. De esta ecuación surge el éxito. Para los clubes que desean el camino menos arduo, es recomendable que inyecten capital o apuesten en la lotería.
Ismael Ugarte @maqdeescribir