Para que estos problemas no se conviertan en caos, hay que dejar dos ideas claras. (Con sus diferencias particulares) tanto el Cacique como la U no están en crisis. Una crisis es un quebrantamiento de las estructuras, y en estos casos existe cohesión y una base solida. La calificación adecuada para este debacle, es la de un racha negativa. Lo segundo es que -como los mismos jugadores lo han reconocido- de esta manera no pasan a segunda fase en la Copa Libertadores.
Pese a haber sido una semana muy mala para los universitarios, lo que deja tranquilo al pueblo azul es que jugadores y cuerpo técnico, están concientes de la merma y creen saber como encausar el rumbo. Las razones más evidentes del bajón futbolístico del romántico viajero son un relajo psicológico tras haber campeonado en Diciembre, fenómeno muy recurrente entre los deportistas y tratado a menudo por los psicólogos deportivos. La otra razón importante, la comentó José Rojas en la semana “influye el no haber tenido unas vacaciones, una pretemporada como corresponde”. Se puede aludir también a la descompensación en ataque, por la salida de Patricio Rubio y las lesiones de Ubilla y Canales, pero ninguna explica llevar 4 puntos en 5 partidos jugados, siendo este uno de los peores arranques de temporada en diez años. Hay que esperar a ver si la unión y el redoblamiento de esfuerzos, al que ha apelado en los medios el capitán azul, son suficientes para hacer un buen papel en la Copa Libertadores.
Aparte de mejorar la actitud, que no cabe duda que lo harán, ambos equipos necesitaran de una planificación estratégica especial. Jugaran dos torneos en paralelo y esto no da margen al error. Colo Colo tendrá un técnico debutante que deberá lidiar con su inexperiencia en el ámbito internacional y con la tarea de que los albos estén vigentes en los dos frentes. Como ya sabemos, un equipo grande no debería dejar de ganar algo dos años consecutivos. La Universidad de Chile, por su parte, tiene la interrogante de si abandona el campeonato nacional y solo busca posicionarse entre los tres primeros para obtener cupos internacionales o lisa y llanamente, pelear en los dos frentes tal como lo hará por ahora el Cacique. Lo claro es que la personalidad de cada escuadra irá retomándose y también, que como están jugando los dos grandes referentes del futbol chileno, no llegan muy lejos en la Libertadores. Ganados ya un campeonato cada uno, la responsabilidad de sostener el nivel y avanzar internacionalmente, cae sin concesiones sobre Lasarte y Tapia. Materia prima hay, ojala estén a la altura del reto.
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