Azul Azul sigue sumando inconvenientes para edificar la casa propia. Primero fue el terreno donde emplazar el recinto y ahora el alto costo que implica hacer calles aledañas, obras sanitarias o áreas verdes en el sector.
El proyecto del estadio propio se ha transformado en el principal problema para el presidente de Azul Azul, Carlos Heller. El timonel de la U ve cómo día a día se complica la realización de su obra más importante al mando del club.
El empresario reconoció con tono algo resignado que “las cosas siguen siendo lentas. Está más trabado de lo que quisiéramos”. Heller se refiere a dos grandes temas que por ahora tienen incompleta la carpeta que deben entregar a la Dirección de Obras de la Municipalidad de La Pintana.
El más relevante corresponde a los 5 millones de dólares que deberán invertir en mitigaciones ambientales y viales, dentro de las cuales se encuentran “la instalación de semáforos en el sector; la construcción de nuevas calles aledañas al coliseo; asegurar áreas verdes y todo lo que implica el gasto en obras sanitarias”, expuso una fuente del club estudiantil.
Todas estas consideraciones están asociadas al estudio que obligatoriamente debe realizar la concesionaria que aspira a levantar su estadio en la comuna del sector sur de la Región Metropolitana.
Otra de las derivaciones que le puso freno al proyecto es el tiempo que demora la realización del estudio de impacto ambiental, que necesariamente obligará a los directivos azules a solicitar una prórroga del plazo para ingresar la carpeta con el anteproyecto, que tiene una duración de seis meses y expira en diciembre.
La otra gran traba que mantiene sin avances el sueño azul es la compra de un nuevo sitio, como reconoció el mismo Heller. “Estamos con un impasse con la municipalidad por el terreno que queremos comprar. Se sigue trabajando en el tema de los permisos”.
El lugar al que hace referencia el empresario que comanda Azul Azul es aledaño al que hoy contempla la edificación. “Esa propiedad (que se debe adquirir) se usará para la construcción de vías de acceso y de evacuación para los hinchas visitantes, puesto que hoy todas las salidas desembocan en avenida Santa Rosa, lo que no está dentro del marco legal”, apuntó una fuente del club.
La opción del Nacional
Son varios los inconvenientes que los directivos del chuncho han ido sumando en el camino hacia la concreción de su máxima aspiración, tanto así que -casi como un desahogo- Heller reconoció en el programa de radio La Magia Azul su anhelo de afincarse en el Estadio Nacional. Consultado por la posibilidad de administrar el principal recinto deportivo del país en comodato, el timonel respondió: “No sabes cómo me gustaría. Es el sueño de todos los hinchas de la U”.
Un deseo que surge justo en el momento en que parecen cerrarse los caminos. Sin embargo, para conseguirlo, la directiva de Azul Azul debe proponerlo al Ejecutivo.
La idea no es nueva. Durante el gobierno anterior, de Sebastián Piñera, el club fue a La Moneda a proponer quedarse con la concesión del estadio -que está declarado monumento histórico-, a cambio de hacerse cargo de su remodelación. Sin embargo, la respuesta fue negativa.
Hoy, el escenario no sería distinto, aunque en el gobierno prefieren no hacer mayores comentarios. Desde Toronto, la ministra del Deporte, Natalia Riffo, afirmó ayer que “no hay ningún contacto formal, ni informal, me entero por ustedes. Sabemos que el Estadio Nacional necesita arreglos, pero no puedo hablar sin nada formal”.
“No sabes cómo me gustaría (un comodato por el Estadio Nacional). Es el sueño de todos los hinchas de la U”.
CARLOS HELLER, presidente de Azul Azul.
CON LOS GASTOS POR MITIGACIONES AMBIENTALES Y VIALES INCLUIDOS, AZUL AZUL DEBERÍA INVERTIR US$ 50 MILLONES EN LA EDIFICACIÓN DEL ESTADIO EN LA PINTANA. SIN EMBARGO, LA CIFRA PODRÍA SUBIR.
EL 25 DE ABRIL DE 2014, CARLOS HELLER ANUNCIÓ LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADIO EN CARÉN. SIETE MESES DESPUÉS, LA U ANUNCIÓ QUE SE CAMBIABA EL PROYECTO A LA PINTANA.