Hasta hace dos años Pablo Galdames ni siquiera era titular en los cadetes de Unión Española. Su bajo porte y esmirriado físico, que incluso lo llevó a pensar en hacerse el tratamiento de crecimiento que se realizó Lionel Messi en Barcelona, atentaban contra sus posibilidades.
“Pensé en hacerme el tratamiento a las rodillas que se hizo Messi, pero los exámenes arrojaron que sólo tenía crecimiento tardío. A los 14 años tenía el físico de un niño de 12. En ese tiempo tenía que darme tres vuelta a los shorts para que me quedaran buenos”.
Sin embargo, la actual “joya hispana” no perdió la fe. Sabía que tarde o temprano tendría la oportunidad de llegar al primer equipo y triunfar en el elenco de la Plaza Chacabuco tal como lo hizo su padre, del mismo nombre, y ser campeón con el elenco de colonia.
Un sueño que se incrementó en 2013, cuando el equipo entonces dirigido por José Luis Sierra sumó su séptima estrella, un título que Pablo vio desde la tribuna y también desde el borde de la cancha… como pelotero.
“Fui a la cancha todo ese torneo, algunos partidos fui de pelotero, entonces lo viví como un hincha más, con mucho orgullo. Cuando iba de pelotero me gustaba ponerme en el arco de la barra de Unión porque me gustaba escuchar a la barra. Ver a los jugadores de cerca me gustaba, y que un tiempo después esos mismos jugadores fueran mis compañeros es el sueño de todo cadete”, comenta.
Y es que en ese tiempo Galdames ya empezaba a despuntar en la juvenil de Unión Española. De a poco su físico comenzaba a parecerse al de un futbolista de elite, lo que sumado a su rica técnica y capacidad aeróbica llamaron la atención del “Coto”, quien un mes después del título de 2013 lo subió al primer equipo.
De ahí en más una carrera de vertiginoso ascenso. De a poco fue ganándose un lugar en el equipo de Sierra, titularidad que mantuvo con la llegada de Fernando Vergara a la cabina técnica, al punto de ser hoy no sólo titular inamovible en Unión Española, sino quizás el diamante en bruto de los hispanos y del fútbol nacional.
“Estar jugando me da mucha confianza y se da lo que me dicen mis compañeros, estoy jugando por mérito propio y no por la regla de la ANFP de que haya un sub 20 en la cancha. Eso me tiene muy conforme y con ganas de mantener el nivel”, asegura.
-¿Imaginaste que a los 18 años vivirías un presente como el actual?
-La verdad es que sí, uno siempre tiene la ilusión de jugar. Gracias a Dios se me dio muy rápido, tuve la oportunidad el semestre pasado y creo que la aproveché. Ahora con este nuevo técnico he mantenido la regularidad.
Y es que pese al cambio que significó la partida de Sierra y llegada de Vergara, el novel volante hispano no sólo sigue siendo pieza clave del equipo, sino que ha incrementado su nivel.
“¿Si me acomoda más el estilo de Vergara? Me siento cómodo en muchas formas. Me gusta mucho tener la pelota y ahora con el trabajo del ‘profe’ me siento muy cómodo. Ahora es un fútbol muy rápido y agresivo, y se ve reflejado en mi fútbol”, explica.
Pero más allá de su buen presente en el elenco hispano, que suma cuatro victorias consecutivas que les permite ilusionarse con pelear arriba, Galdames quiere más, pues asegura que antes de pensar en partir espera hacer realidad su sueño de dar la vuelta con Unión.
“Es el sueño que he tenido desde que llegue al club, después veremos qué pasa, siempre se especula que pueden aparecer equipos de afuera u otros grandes de acá, pero estoy concentrado en hacer las cosas bien en Unión, ganar un título y ojalá entrar en la historia del club”, asegura.
-Más allá de las dificultades lógicas de un juvenil para llegar al primer equipo, ¿es más difícil para el hijo de un ex jugador?
-Al principio sí, empiezan a hablar que estoy ‘apitutado’, que juego sólo porque soy el hijo de Galdames, pero creo que a medida que ha pasado el tiempo he demostrado que el puesto y el lugar en el equipo me lo gané por méritos propios y no por ser el hijo de un futbolista.
-¿Y qué dice tu papá? Más aún cuando tus hermanos Thomas (17) y Benjamín (14) también juegan a buen nivel en las inferiores de Unión.
-Los dos que vienen son mejores que yo, el ‘Tomy’ está en la Roja sub 17 en Sudáfrica, y el Benjita acaba de ser campeón con la Sub 14. Hace 17 años que Unión no era campeón y el Benja es el capitán de esa serie, por algo será. Mi papá está chocho, con mi mamá, con mi abuela que es hincha de Unión, están todos felices que estemos cumpliendo nuestro sueño.
En una carrera ascendente como la de Pablo Galdames quizás el punto más triste del último tiempo lo vivió en enero pasado en el marco del Sudamericano Sub 20 de Uruguay, donde el entonces equipo dirigido por Hugo Tocalli ni siquiera superó la fase de grupos.
“Creo que ha sido el momento más amargo del último tiempo. Todos en el equipo esperábamos más, queríamos ir al Mundial y clasificar a los Juegos Olímpicos, lamentablemente no se dio y es una espinita que nos queda a todos los de ese plantel”, reconoce.
Para colmo, en el último encuentro ante Uruguay, Galdames se enfrascó en una discusión con el DT cuando Tocalli decidió sacarlo a los 29’, en el primer y único encuentro donde fue titular, una situación donde asume se equivocó.
“Sabía que era el último partido y quería jugarlo. No venía jugando en el Sudamericano y me tomó por sorpresa haber salido. Quizás el ‘profe’ buscaba seguir atacando y el cambio está bien. Claramente mi reacción no es la correcta, no debí haber hecho eso, después lo hablamos y quedó todo arreglado. Fue una desubicación mía”, comenta.
-La base de ese plantel fue campeón en el torneo de L’Alcúdia y tú no lo jugaste porque Unión pidió que no fueras porque eres titular, ¿Qué sentiste al perdértelo?
– Me hubiese gustado estar allá, pero sabía que acá en Unión tenía una responsabilidad, la de mostrarle al ‘profe’ que soy una opción y que soy un aporte grande para el equipo. Igual estoy contento por el logro porque a muchos del plantel los conozco, tengo amigos adentro.
-¿Y qué te dijo el DT Nicolás Córdova?
-Hablamos mucho, me dijo que me quedara jugando en Chile, que siguiera haciéndolo como lo estoy haciendo y que no suelte la camiseta, y es lo que estoy haciendo.
Y es que Galdames sabe que sólo teniendo regularidad podrá cumplir su próximo objetivo, el de ser considerado por Jorge Sampaoli para la Roja adulta, pero ya no como ‘Sparring’, condición en la que viajó al pasado Mundial de Brasil sufriendo la fractura del peroné de la pierna derecha, sino como uno más del plantel.
“Es mi sueño. Tengo que seguir trabajando, jugándome la vida en todos los partidos y en los entrenamientos para ver si en algún momento existe un llamado”, finalizó.
Fuente: Triunfo
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