Con el partido de Universidad Católica con Colo Colo, el campeonato nacional estará jugando la octava fecha y superará su primera mitad. Mucho se ha conversado sobre cuál debe ser el formato idóneo para convertir al torneo local en una competencia entretenida y competitiva. Torneo largo, torneo corto y playoffs han sido parte de los ensayos, quedándose en la ANFP por último con el campeonato más corto del mundo. Antes de cualquier análisis deportivo o cualquier levantamiento de copa, cuesta pasar por alto una realidad tan singular como la del torneo chileno, que en cierto grado deslegitimiza al campeón, ya que no premia la regularidad, la tolerancia, la capacidad física ni tantas otras cosas que en quince fechas no pueden ser puestas a prueba. Es como si para conseguir un Grand Slam haya que superar tres partidos o si para ganar la NBA, solo se jugaran los playoffs. Las verdaderas cualidades de un equipo quedan expuestas en exámenes largos como las 38 fechas de Inglaterra, España, Italia o Brasil; las 30 de Argentina; o en último caso las 20 de Colombia. Con los torneos cortos, además sucede que un equipo puede empezar a probarse la corona con varias fechas de antelación -como el caso de Colo Colo- una vez que haya tomado una ventaja importante en las primeras semanas. Por suerte, este tipo de contextos jamás romperá el encanto de ver partidos como el clásico del domingo.
El primer elemento que se debe manejar en la previa del encuentro en San Carlos de Apoquindo es que la UC queda virtualmente fuera de la carrera por el título al caer derrotada. Los mismos jugadores cruzados han admitido que de perder, la ilusión de ser campeones desaparecería, considerando que el Cacique quedaría a ocho puntos de distancia con ellos. Y es que los albos llegan invictos y con canasta completa (21 pts en 7 juegos), lo que aparte de colocarlos en solitario como puntero, los hace visitar el clásico con la tranquilidad del margen numérico, y el optimismo y confianza obtenidos victoria a victoria. Va a ser difícil que Mario Salas componga un plantel ultra ofensivo tomando en cuenta la solidez que ha exhibido Colo Colo durante el torneo. Es muy probable que tome más resguardos de lo común para salir con puntos de San Carlos. José Luis Sierra es un entrenador equilibrado y analítico -cosa que sabe muy bien su colega- que ha logrado compactar al cacique convirtiéndolo en el cuadro con mejor diferencia de goles. Asimismo, Sierra, posee la experiencia suficiente para saber parar un equipo dependiendo del cotejo, por lo que no se me pasa por la cabeza ver un partido parecido al categórico 3-0 que le encajó la UC a Colo Colo en el torneo pasado. Muchos plantean que los albos llegan como favoritos, pero seguramente la UC compensará la teoría en contra con todo lo que implica jugar de local.
Este domingo se enfrentan dos estilos con varias similitudes: cuatro en defensa, volantes de buen pie, juego vistoso…pero con filosofías distintas. Por un lado, el Colo Colo de Sierra apuesta por la elaboración y la tenencia del balón; en cambio la Católica de Salas se inclina por ser directa y vertical. Al mismo tiempo, chocan dos viejos amigos -vistieron la camiseta de la U. Española y el cacique- que forman parte de la renovación técnica del fútbol chileno. La UC tiene mucho más que perder que Colo Colo, sin embargo tiene la convicción ganadora que le entrega la calidad del plantel y su “comandante” Salas: “sabemos bien cómo ganarle a Colo Colo”. Es cierto, que matemáticamente el campeonato no está abrochado si ganan los albos, lo que sí, quedaría precocido, aunque “el Coto” diga lo contrario “(8 puntos de ventaja) Es una diferencia importante, pero no definitiva”.