San Marcos consiguió un empate que desató la fiesta en Arica. El equipo que dirige Luis Marcoleta consiguió su regreso a la primera división del fútbol nacional al conseguir la igualdad a uno con Lota Schwager y asegurar el primer puesto de la tabla acumulada de la campaña 2013-2014.
Desde las 21 horas se contaron seis historias distintas en la Primera B. Toda la fecha se jugó de manera simultánea y el relato más atractivo de la jornada se desarrollaba lo más al norte que permite los límites geográficos del país. San Marcos de Arica se medía ante Lota Schwager con una oportunidad inmejorable de volver a jugar el fútbol más importante del medio.
A los ariqueños les bastaba un empate para hacerse inalcanzables en la tabla acumulada de la categoría y sellar su regreso a Primera A. Solo Coquimbo, el flamante campeón del Clausura, logró llegar al último duelo del fixture con posibilidades de arrebatarles la gloria, pero para eso debía esperar porque los “carboníferos”, aún arrancando del descenso, dieran la sorpresa en el norte.
Pero no sería así. El cuadro que dirige Luis Marcoleta entró decidido y sin pánico escénico a conseguir el objetivo y ratificar su mayor virtud a lo largo de toda la campaña: la regularidad. Desde el primer minuto mostraron que buscarían la victoria y no especularían con el resultado, y aunque costó destrabar el mediocampo, dominaron sin demasiado contrapeso el cotejo.
La fiesta comenzó en el minuto 30, cuando Renato González encontró en una contra la apertura de la cuenta. Tuvo dos opciones, porque su primer remate lo contuvo el portero Fabián Moyano, pero en la segunda opción, tras el rebote, no falló para la alegría de todo el estadio Carlos Dittborn.
De todas maneras, iba a haber espacio para la incertidumbre. En el segundo tiempo, Lota se aventuró a más al punto que consiguió el inesperado empate en los 55′. Se cobró penal por falta sobre Diego Opazo, y Jonathan Novoa tuvo la suficiente frialdad para anotar el gol de la transitoria igualdad. El 1-1 aún servía, pero se arriesgaba demasiado con tanto más en juego.
Pero en Santiago, ante el Morning, Coquimbo no consiguió el triunfo que lo mantuviera en carrera y metiera miedo en el norte, por lo que la escueta igualdad resultaba suficiente. Y aunque se buscó sobre el final un gol que aportara a la épica, el marcador finalmente se cerró con un 1-1, suficiente para que se destara la fiesta en el norte del país.