La referencia, obviamente, es al actual Director Técnico albo, que en su breve paso por San Lorenzo de Almagro, hizo jugar a Pablo Díaz.
Sin tener acción, Pablo Guede fue noticia, pues al momento de revisar la jornada goleadora en las distintas ligas del mundo, con más tiempo que de costumbre, producto de la inactividad de nuestro fútbol, nos encontramos con el siguiente comentario de los comentaristas de ese país.
“Un acierto de Pablo Guede”, seguido del notable cabezazo de Paulo Díaz,para colocar el 2 a 1 parcial de su equipo, de un resultado final de 3 a 1,en su visita a San Martín de San Juan, y que lo ubica como único escolta de Boca, a 6 unidades del lider.
La referencia, obviamente, es al actual Director Técnico albo, Pablo Guede, en su breve paso por San Lorenzo de Almagro. Y es que lo primero que hizo al llegar al club de Boedo, fue asegurar el concurso del defensor surgido en Palestino.
Tras una polémica salida, producto de la triangulación, de la que era parte también Colo-Colo, camiseta que defendía Díaz, logra desembarcar en el club del cual es hincha y Vicepresidente, el conductor número 1 de la televisión argentina, Marcelo Tinelli.
Estamos en condiciones de afirmar, que hasta el día de la fecha, el tema de aquella negociación ocurrida hace ya un par de años largos, no está totalmente resuelto, con Palestino reclamando lo que le correspondía en su momento, luego del traspaso prácticamente a sus espaldas del jugador al país vecino, y la letra no escrita de retrasar los pagos o a veces ni siquiera iniciarlos, cuando un futbolista aterriza en la Tierra del Papa Francisco.
A partir de ese momento, y con el chileno plenamente integrado a uno de los 5 grandes de Argentina, se convirtió en pieza fundamental en la defensa cuerva, pero no sólo con Guede, que alcanzó a estar apenas una temporada en el Nuevo Gasómetro, también el hijo de Ítalo Díaz, ex zaguero de Cobreloa y la Selección entre otros, se convirtió en inamovible para los técnicos que siguieron a Guede.
Primero, fue el uruguayo Diego Aguirre, quién de acuerdo a su propia declaración, si hay algo que tiene atesorado en su corazón y se llevará a la tumba ese recuerdo inolvidable, es nuestro Estadio Nacional, producto que le brindó en ese Mítico escenario, una Copa Libertadores de América a su querido Peñarol, con un gol en el minuto final del alargue de aquella final de 1987, a un América de Cali, que buscaba su primer trofeo, tras dos intentos fallidos en sendas finales del 85 y 86, con el agregado y para sumarle dramatismo, que la igualdad favorecía a los colombianos.
Para los que estuvimos presente esa tarde soleada de Sábado, también se convirtió en un acontecimiento difícil de olvidar, pero porque no podíamos pensar en otra cosa, mientras observábamos a Diego Aguire, volverse loco festejando uno de esos goles que no se olvidan mas, que esa tradición, o suerte o milagro o como quiera llamarle, que los abraza en el minuto final, como reza una de las estrofas de “descolgando el cielo”, canción uruguaya que describe como es el deporte de esa Nación, no es mito y que los del 30 y los del Maracanazo, encabezados por Varela, Giggia y Schiaffino, regaron un camino que sólo una Nación como la uruguaya, puede mantener como tradición.
Aguirre, que se encontró con este “chilenito” polifuncional, con buen juego aéreo, férreo en la marca, con salida clara especialmente por la derecha, con la dinámica propia que imprimen Guede y Sampaoli, cuando era convocado a la Roja, y como si esto fuera poco, integrante del podio de anotadores de su cuadro, casi todos de juego aéreo, con goles de suma importancia en Copas Internacionales y campeonato local.
Cuando asume el uruguayo, su gran apuesta, es la repatriación del defensa, Marcos Angelleri, proveniente de Europa, para que haga dupla con el experimentado Caruzo, en la zaga central. Pero que pasó, fue el chileno quien terminó actuando la mayoría de los encuentros y en todos los puestos de la defensa.
Comenzando la presente temporada, San Lorenzo, hizo noticia con una de las 3 contrataciones mas importante del mercado argntino, junto a la llegada de Enzo Pérez a River y la llegada del colombiano Cardona a Boca, la vuelta de Gonzalo Rodríguez, después de más de 10 años en el viejo Continente y plenamente vigente, fue un regalito que Aguirre agradeció infinitamente.
Y que es lo que pasó nuevamente, que para los que tenemos la tarea de estar pendiente de cada movimiento de un compatriota en el exterior, no fue sorpresa que en el centro de la zaga sanlorencista, el apellido Díaz, se mantenga como una constante en las alineaciones azulgrana, y en muchas de estas oportunidades, con el coloso Rodrígez, sentado en el banco.
Hace un par de meses, casi tres, que el “interino”, “Pampa” Biagio, y lo colocamos entrecomillado, porque ante la notable campaña conseguida por este histórico ex 9 del club, es posible que se quede definitivamente, cuenta partido a partido con el polifuncinal defensa chileno, habitual convocado en las listas de la Roja, campeón de la China Cup, e integrante de los planteles campeones de América y que a nuestro entender y por todo lo anterior, está absolutamente capacitado para ser titular en la defensa nacional, por ejemplo, en lugar de Gonzalo Jara.
Las buenas, que son escasas, nos parece que hay que remarcarlas con mayor énfasis que las otras, que son mas recurrente, y en este caso específico, tal vez,de no ser por Pablo Guede, no tendríamos el crecimiento profesional alcanzado por un futbolista chileno, en un medio tan exigente como el trasandino.
Por Luis Salazar – Faro Deportivo